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SIGIRIYA (LA ROCA DEL LEÓN)

J.J.D.R.
En la provincia central de Sri Lanka, a unos 25 kilómetros de Dambuya, en pleno corazón del denominado triángulo cultural del país asiático compuesto por Anradhapura, Polonnaruwa y Sigiriya, se eleva una enorme roca, antigua huella de un volcán extinto sobre cuya superficie, desde tiempos ignotos, el ser humano sintió de cerca la energía de un lugar privilegiado y dominador de la llanura desde su atalaya en las alturas.

SIGIRIYA Foto www.nonelyplanet.com
Conocida como la roca del León se encuentra dentro del impresionante yacimiento arqueológico de Sigiriya cuyos restos, hoy día, nos muestra la fantasía y el ingenio derrochador de los constructores y arquitectos del rey Kasyapa, quién en el siglo V d.C ordenó la construcción de su impresionante residencia palaciega en lo alto de la roca a 370 metros sobre el nivel del mar. Mucho antes, desde tiempos prehistóricos, Sigiriya ya fue lugar de encuentro y asentamiento humano, teniéndose constancia de que sus cavernas, previamente ornamentadas y preparadas gracias a donaciones de los fieles budistas, fueron utilizadas como monasterio en el siglo III, aunque previamente y al menos 5000 años atrás, ya fue lugar de poder para los primigenios habitantes de la región.

Foto www.serenavacation.com
Su magnífica ubicación dominante ante la bastedad de una planicie revestida de verde floresta, sirvió para que las edificaciones palaciegas sirvieran a la vez como fortaleza militar en época de conflictos, los cuales no fueron pocos ni menores por las disputas territoriales y dinásticas que regaron con sangre la antigua Roca del León.

Foto www.tourblue.com
Los restos arqueológicos de Sigiriya fueron descubiertos y arrebatados del abrazo de la jungla en 1908 por el explorador británico Jonh Still tras la colonización de los territorios conocidos por aquel entonces como Ceilán por la corona inglesa. Aunque el que verdaderamente entendió el significado disperso y tatuado en los muros de piedra del complejo palaciego fue el arqueólogo srilanqués Serenat Paranavithana, al descifrar los textos antiguos y publicarlos en su gran obra de dos volúmenes que fueron publicadas en Oxford bajo el título de “Los glifos de Sigiri”, así como su también afamada obra historia de Sigiriya, con la que puso en el mapa moderno todo el conjunto histórico de la roca del León de Sigiriya.

Foto www.ceylontouradvisor.com
Los visitantes que se desplazan por las galerías y estancias de Sigiriya quedan sorprendidos ante la magnitud de las instalaciones palaciegas. Se puede caminar por los amplios jardines, admirarse con los frescos y murales que decoran las murallas y terrazas o apreciar los numerosos estanques regados por cisternas y fosos aún repletos de agua en los que los cocodrilos, tiempo atrás, campaban a sus anchas rodeados por pequeños muros de piedra.


Pero sin duda alguna, el monumento que destacó por encima de todo en Sigiriya y que le dio nombre a la roca fue dos enormes esculturas de león, centinelas de piedra enladrillada roja que guardaban las puertas de entrada y subida al palacio real. Hoy día tan sólo quedan las enormes garras de uno de ellos, y sirven para hacernos una idea de lo impresionante que tuvo que ser observar tan descomunales monumentos. 

Foto www.tropicalceylon.com
Entre las garras se encuentra el sendero de escaleras de ascenso al palacio, recorrido en el que se pasa por terrazas bellamente pintadas con frescos de hermosas mujeres con torsos desnudos datados en el siglo V, y que supuestamente son ninfas celestiales, concubinas del rey o representaciones pictóricas de la diosa Tara, importante figura del budismo tántrico.

Foto www.tokitan.tv
Se estima que en todo el complejo había cerca de 500 grabados, pero tan sólo unos pocos han llegado en buenas condiciones hasta nuestros días. Las escaleras que ascienden hasta las terrazas superiores del palacio ahora están cubiertas con una malla metálica que protege al visitante, y múltiples elementos de seguridad como barras de hierro y agarraderas que hacen más llevadera la incómoda subida, y que nos da una idea de cómo habría sido ascender en la época de esplendor del palacio y sobre todo cómo hicieron para construirlo y llegar a pintar los murales que hoy se pueden ver en piedras de ubicación inaccesibles.

Foto www.misstourist.com
El yacimiento arqueológico de Sigiriya es patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde el año 1982, y es uno de los iconos turísticos más destacados de Sri Lanka. Uno de los mejores lugares para apreciar la magnífica ubicación de la roca del León es ascendiendo a su pequeña hermana la roca Pirudangala, que situada justo en frente ofrece unas maravillosas vistas de Sigiriya y dicen que unos atardeceres inolvidables.

Foto www.viajessrilanka.es
El sol de oculta tras el horizonte. Los tenues matices del atardecer comienzan a ascender por la piedra volcánica mientras el sonido de la selva cercana se pierde entre las escaleras que ascienden persiguiendo las tinieblas y devorando el esplendor de una época de placeres y lujo desbordado en las alturas de Sigiriya.

Aportes y Datos:
Bibliografia
El hombre y la Tierra (geographica)
Wikipedia
https://es.wikipedia.org/wiki/Sigiriya
La sociedad Geografica
http://www.lasociedadgeografica.com/blog/tag/sigiriya-sri-lanka/




Comentarios

  1. Es realmente increíble con que majestuosidad la montaña se ve desde abajo, muy hermoso. Además de interesante por el valor arquitectónico que tiene. Son de las cosas que maravillan de tan manera por los misterios que guarda tras el velo de su historia. Un fuerte abrazo y feliz semana.

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    1. Es curioso comprobar cómo el ser humano ha sido capaz desde tiempos remotos de adaptar su ingenio a las dificultades que la orografía le ponía por delante. Me maravilla pensar cómo sería conocer estos lugares en su pleno esplendor.
      Un abrazo amiga.

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  2. Cuando se alían la mano del hombre y la naturaleza el resultado es maravilloso, en este caso sorprendente tambien. Me ha gustado conocer el lugar, nunca podré verlo en realidad. Un abrazo

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    1. Qué razón tienes amiga, cuánto mayor es el reto por delante, mayor el éxito que se consigue. Así se han levantado construcciones tan maravillosas.
      Un abrazo.

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  3. Siempre explicas tan bien todo y lo acompañas de unas fotos tan bonitas, que por momentos me creo que soy yo la que visita esos lugares.
    Pronto despierto y me digo que me daría vértigo tratar de subir tan alto.
    El sitio es el ideal para defenderse de cualquier posible enemigo.
    Gracias por tu excelente trabajo documentado.
    Cariños.
    kasioles

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    1. Agradezco mucho tus palabras. Me alegra que pienses eso sobre mis humildes aportes.
      Un abrazo querida amiga.

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  4. Es colosal, menudas vistas desde lo alto, seguro que quien no tenga vértigo acaba teniéndolo. Debe ser apabullante, a la par que interesante, verlo in situ.
    Un abrazo.

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    1. Pienso en lo mal que lo pasarían aquellos sufridores de vértigo de épocas pasadas, sobre todo los que tuvieron que construir este lugar.
      Un abrazo amiga.

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  5. Una autentica pasada.
    Gracias por compartir.
    Que se debe sentir, ahí en lo alto, contemplando todo.
    Besitos

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    1. A mí también me lo parece. Capaces de construir en lugares inimaginables.
      Un abrazo.

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  6. Hola Jorge, desde luego se ve un sitio bien bonito, y es increíble que en esos tiempos hicieran estas obras tan majestuosas y sin las herramientas que hoy en día existen, desde allí arriba debe ser una gozada ver todo el valle, una pena no poder ver esas pinturas de las que hablas, magnifica explicación la que nos dejas querido amigo y que conocemos gracias a ti, cuidate mucho:)

    Besos.

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    1. Trato de imaginar el día a día de sus constructores y debía ser muy duro. Gracias a su pericia y esfuerzo, y la "locura" de los mandatarios hoy día nos podemos hacer una idea de cómo era este magnífico lugar.
      Un abrazo.

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