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J.J.D.R
Reconozco que hasta hace bien
poco, si me hubieran preguntado por Matthias Sindelar, en mi dilatada ignorancia
hubiese admitido desconocer a dicho personaje. Tampoco tendría nada de
particular haberlo ignorado, pero en mí caso, por considerarme ferviente
enamorado del fútbol, me pareció un desaire no saber nada del hombre que se
enfrentó a los nazis empleando su habilidad con el balón como única arma, pese
a que luego le costase su vida.
Hace poco se cumplieron 72 años de la muerte de Sindelar, el hombre que vestido de corto y con un balón en los pies, humilló a los nazis. Esta es su historia…
Hace poco se cumplieron 72 años de la muerte de Sindelar, el hombre que vestido de corto y con un balón en los pies, humilló a los nazis. Esta es su historia…
MATTHIAS SINDELAR Foto www.wikipedia.org |
Matthias Sindelar nació en la localidad de Kozlov (Moravia) el
día 3 de febrero de 1903 en el seno de una familia judía. Se crió en el barrio
vienés de Favoriten donde, desde muy pequeño, demostró sus grandes cualidades
jugando al fútbol. Estas actitudes pronto se vieron recompensadas al fichar con
tan solo 15 años por el Hertha de Viena, para dos años después recaer en Austria
de Viena, equipo con el que conseguiría sus mayores logros. Ganó tres campeonatos,
seis copas nacionales y en su mejor momento, dos trofeos Mitropa (la actual
liga de campeones) en los años 1933, 1936.
Foto icd.juanfutbol.com |
En una época en la que el fútbol era un juego de ataque y goles,
Sindelar llegó a marcar la cifra nada desdeñable de 600. El
fútbol austriaco disfrutaba de un ciclo maravilloso de grandes futbolistas. La
selección austriaca disputó 50 partidos en los que solo cosechó 4 derrotas. Se
conocía a esta selección como el Wunderteam (equipo maravilla), y Sindelar era
el líder indiscutible. Le apodaban “El hombre de papel” por su delgadez y la
agilidad que demostraba para zafarse de los contrarios en los partidos. Junto a
Giuseppe Meazza y el húngaro György Sarosi, estaba entre los tres mejores
jugadores del mundo.
Era la referencia del fútbol austriaco y en su país era
apreciado y querido como deportista de élite. Su fama era descomunal. Hoy día
estamos acostumbrados a ver a jugadores de fútbol haciendo campañas
publicitarias y cobrando por ello. Pero en los años treinta, que un jugador de
fútbol fuese reclamo publicitario de marcas de moda y a demás cobrase
emolumentos por ello, no era nada común. Pero Sindelar era diferente. Hacía
anuncios de postres y relojes, así como de ropa y otros artículos de moda. Se
puede decir que Mathias Sindelar se convirtió en el primer jugador mediático
del fútbol.
SINDELAR CON SU EQUIPO EL AUSTRIA DE VIENA Foto www.trescuatrotres.com |
En el mundial de Italia de 1934 llegaron a las semifinales,
donde se enfrentaron al equipo anfitrión de Mussolini. En un partido en el que
hubo de todo, destacó la increíble y desafortunada actuación arbitral, dejando
apeada de la competición a la selección austriaca que terminaría como tercera
clasificada. Después de la anexión de Austria por parte de Alemania y de
cara al mundial de Francia de 1938, Hitler planificó la unión de ambas
selecciones para lograr un equipo invencible. Si Austria era una selección
poderosa, Alemania también lo era, y hasta cinco jugadores fueron llamados por
el seleccionador alemán. Entre ellos, como no podía ser de otra manera, se
encontraba Sindelar. Pero el artista del balón, evadía cualquier convocatoria
del seleccionador alemán aludiendo lesiones continuas.
Sindelar era judío, y no
estaba dispuesto a defender la camiseta de una nación que, en aquella época,
mataba a sus conocidos y familiares causándole un dolor enorme. Incluso
con la llegada al combinado alemán de un nuevo seleccionador que no compartía
las ideas nazis de sus superiores, llegó a pedirle que no le llamase y evitase
convocarle para jugar con el equipo. Pero las presiones por parte de las
autoridades nazis eran demasiado grandes. Querían tener la mejor selección y
ganar el mundial. Y Sindelar, le gustase a él o no, debía vestir la camiseta
Alemana o no vestiría ninguna otra. Para
conmemorar la anexión de Austria al territorio alemán, el día 3 de abril del
1938, se disputaría un partido entre ambas selecciones. Que duda cabe que, de
antemano, se trataba de un partido amañado. Los dirigentes nazis no
consentirían ver derrotada a su selección y para ello se dispuso todo al
detalle. Se habló con jugadores y árbitros y el partido casi se decidió desde
el vestuario.
Aquel partido acabaría con el ciclo y la época dorada del fútbol
austriaco, y con el Wunderteam (equipo maravilla) para siempre.
PARTIDO ALEMANIA &AUSTRIA Foto www.lachachara.es |
Como
presagio de lo que más tarde sucedería, Sindelar comenzó eludiendo el saludo
obligatorio a los nazis con el brazo alzado. Este gesto pronto seguiría a otros
singulares detalles del futbolista, que pretendía revindicar en el césped su
negativa a ser humillado. Comenzó el partido y la trama ridícula se puso en marcha. Cada
ocasión que el equipo austriaco tenía, era concluida con garrafales fallos de
los jugadores ante el marco alemán. Una y otra vez, delante de la portería
germana, las ocasiones eran falladas estrepitosamente. Sindelar se mofaba de la
defensa alemana.
Se adentraba en el área y tras regatear a todo defensa que se
ponía delante, cuando frente al potero la ocasión de meter gol era clara, se
giraba y con total desprecio lanzaba el balón hacia la grada. En aquel circo de
mentiras en el que se había convertido el partido, Sindelar tomó la decisión de
acabar de una vez por todas con aquella falsa.
Matthias Sindelar sacó un disparo potente y certero que acabó entrando en la
malla de la portería. Toda la rabia contenida del futbolista y todo su orgullo
como hombre, reventó con aquel disparo que entró en la portería del conjunto
alemán, para desconcierto y pábulo de las autoridades germanas. Pero aún no
contento con marcar el gol, Sindelar corrió como un loco hacía el palco de
honor, y ante la mirada estupefacta de los presentes, se marcó un baile
caricaturesco que los dejó helados y humillados.
Sin
duda marcó aquel día el gol más controvertido de la historia y el que a la
postre acabaría con su vida. Si para
el pueblo austriaco Sindelar era un ídolo futbolístico, después del partido se
convirtió en un icono para su gente, y aún más, en un elemento subversivo para
los nazis. La persecución comenzó de inmediato. Sindelar se escondió, y su
día a día, pasó a convertirse en una carrera en pos de salvar su vida. Al poco
tiempo un local de su propiedad fue devastado hasta dejarlo en ruinas. La
Gestapo lo buscaba con insistencia, incluso el mismo Hitler puso precio a su
cabeza ofreciendo una suma de dinero a quien diese pistas de su paradero.
Parece que el reclamo económico obtuvo respuesta en algún conocido del
futbolista, ya que poco después, sucedió lo inevitable.
El día 23 de enero de 1939 se hallaron los cuerpos sin vida de
Matthias Sindelar y su reciente esposa Camila Castagnola, en el dormitorio de
ambos y tumbados en la cama. Las
autoridades rápidamente cerraron la investigación, y declararon que había sido
un suicidio. Dijeron que Sindelar y su esposa habían muerto a causa de un
escape de gas, y que probablemente se suicidaron a causa de las presiones
a las que estaban sometidos por la Gestapo. Era una solución sencilla y fácil.
Foto bbc.co.uk |
Pero, incluso en la época, se supo que bomberos que acudieron al domicilio de
Sindelar, declararon no haber notado olor a gas y que la estufa estaba cerrada. El día
que falleció, ex compañeros suyos jugaban un partido en territorio austriaco.
El árbitro mandó parar el juego. Todos los jugadores se extrañaron de este
hecho y fueron a protestar. Cuando se enteraron de la noticia de la muerte de
Sindelar, muchos terminaron tendidos en el césped llorando y abatidos por el
dolor.
Al morir Sindelar, Austria de Viena, su club, recibió más de
15.000 telegramas de condolencia. Fueron tantos que el correo de la ciudad se
colapsó. El día de su funeral más de 45.000 personas acudió a despedir a su
héroe nacional.
TUMBA DE MATTHIAS SINDELAR |
El hombre de papel había muerto, el hombre que con un balón en
los pies se burló del poder nazi, metió un gol que valía más que una copa del
mundo o un campeonato. Aquel gol sirvió para ganarse el respeto de su pueblo y
demostrar su coraje e intransigencia con la injusticia y la opresión. Aún hoy
día, dirigentes de su club, federativos del fútbol austriaco y aficionados, el
23 de enero se unen junto a su tumba para rendir un sencillo homenaje a su memoria.
Aportes y Datos:
Aportes y Datos:
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Matthias_Sindelar
Texto de mi anterior blog CENTINELA DEL SENDERO
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Comentarios
Hola Jorge, no soy aficionada al fútbol pero la historia que nos cuentas sobre este héroe es impresionante, ya que el solo echo de plantarle cara a Hitler ya es decir mucho sobre Matthias, me imagino lo mal que debería sentirse ante los nazis que estaban matando a su gente y tener que hacer lo que ellos querían, no me extraña que respondiese de tal manera sabiendo luego lo que le esperaba, es triste que por no comulgar las mismas ideas de unos locos pasase todo lo que paso, y que asco que por el maldito dinero lo descubriesen teniendo el y su esposa ese final, aunque el de una forma u otra me imagino lo esperaba, tanto el como muchos otros son dignos de que los recuerden siempre, personas con este coraje y valentía no deben olvidarse nunca, gracias amigo por contarnos su historia ya que es digna de tener en cuenta, buen trabajo amigo, felicidades:)
ResponderEliminarBesos.
Debió de ser un trance muy duro tener que pasar por semejante tesitura, jugando obligado por aquellos que estaban asesinando a los suyos. Hay muchas historias de héroes anónimos como esta que son poco conocidas, y creo que es justo sean alumbradas.
EliminarUn fuerte abrazo amiga.
Hola Jorge, la gente buena siempre deja huella, y es importante no olvidarlos. Yo tampoco había oído hablar de este estupendo jugador de futbol, y es que la memoria histórica habiendo guerra por medio se acaba antes, aunque no me extraña que el día de su muerte hubiese tantos telegramas de pésame. Me ha gustado pasearme por la historia futbolera. Un abrazo.
ResponderEliminarIndependientemente de que guste el fútbol o no, creo que el deporte se vio ensangrentado con la irrupción del nazismo, igualmente que la vida civil, y no está de más reconocer los méritos de gente como Sindelar que luchó con la fuerza que poseía- un balón y sus cualidades- contra el régimen autoritario.
EliminarGracias amiga y fuerte abrazo.
Sabia de la existencia de este jugador coraje y que dio una increible leccion a quienes no tenian dignidad por el ser humano.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra saber que conocías la historia de Sindelar, quién como bien comentas, usó sus facultades para derrotar moralmente a todo un régimen totalitario, aunque luego lo pagó con su vida.
EliminarUn abrazo amiga.
La verdad es que nada sabía de Sindelar pero nos has descubierto a un gran héroe para la humanidad, alguien que es capaz de enfrentarse el solo a la mayor máquina destructora del momento es algo que muy pocos serían capaces de hacer,
ResponderEliminarLlegado el momento crucial, tomó la decisión más difícil de su vida, o agachar la cabeza y arrodillarse ante el opresor, o levantar el alma y pelear por su dignidad. Esto último le convirtió en un héroe, aunque lastimosamente no pudo disfrutar de ese triunfo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por dar a conocer esta historia. Nunca la había escuchado.
ResponderEliminar=)
Gracias a ti por siempre venir y tras caminar junto a este sendero dejar siempre tu huella amiga en él.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Jorge, yo si soy un enamorado del deporte en general y del fútbol en particular, pero del deporte como ejemplo de superación y como medio de hermanamiento entre iguales, no como servil instrumento para los más abyectos fines políticos. Como Matthias, Jesse Owen en las olimpiadas nazis de Berlin en el 36 o los "Black Power" Tommie Smith Y John Carlos en Mexico 68, Mohamed Alí... a lo largo de la historia han sido muchos los deportistas que han desafiado al poder con su actitud y que han pagado un alto precio por ello. Me sumo gustoso a tu homenaje y me gustaría recordarle disfrutando del buen fútbol sin importar colores de equipos, razas o género.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Carlos.
No deseo añadir ni omitir siquiera una coma a tu comentario, pues esa es simple y llanamente el sentido propio del deporte.
EliminarUn fuerte abrazo amigo.
impresionante. no lo conocia. woww
ResponderEliminarGracias amigo, un abrazo.
EliminarNo puedo por menos que admirar su integridad, aún a costa de saber que peligraba su vida.
ResponderEliminarSu actitud, en contra de lo que estaban haciendo los alemanes con los judíos, en aquella época, está más que justificada.
¡Lástima lo haya tenido que pagar con la muerte!
Pero el hombre de papel, sigue vivo en el recuerdo de muchos.
Te agradezco me lo hayas presentado con esta entrada, no tenía ni idea de su existencia.
Cariños y feliz semana.
kasioles
Desgraciadamente Sindelar es muy poco conocido, y lo lamento de verdad. Fue un ejemplo de sorda lucha y ello le costó la vida.
EliminarUn fuerte abrazo amiga.
Hola Jorge , una entrada muy hermosa , lastima que gente tan buena como el tengan que morir de esa forma , me a gustado mucho , te deseo una feliz semana , besos de flor.
ResponderEliminarSin duda una lástima que su acción deportiva le costase la vida, pero cualquiera que se atreviese a objetar o desdeñar cualquier orden nazi era muerto al instante. Aún así, eligió levantar la cabeza y desafiar al horror.
EliminarUn abrazo amiga.
También soy aficionado al fútbol y jamás había escuchado nada sobre este hombre. Cuando la integridad, el deporte y la personalidad se unen, poco o nada puede derribarles. Si a esto añadimos el coraje o valor que este hombre demostró, ni tan siquiera la muerte puede con ellos, porque comienza a vivir el mito. Gracias por ese ejemplo y aporte histórico. Un abrazo.
ResponderEliminarTú lo dicho amigo, con tales armas la lucha es posible, aunque en ello la vida cueste la inmortalidad del ser y el acto permanece.
EliminarUn abrazo.
Que maravilla Jorge, repito mas veces que maravilla conocer esta historia que siendo una gran aficionada a leer cuanto cae en mis manos del gran cretino, no sabía que hubo un SER ESPECIAL que le humillara de tal manera que yo siento hasta un sosiego encantador de saber la historia de alguien fiel a sus principios pasados tantos años.
ResponderEliminarEmotivo homenaje al HONOR, que no olvidaré.
Besos miles y más miles
tRamos
Me uno a ti reconociendo mi ignorancia de la existencia de este gran hombre.
ResponderEliminarCasi grito goooool leyendote amigo.
Me imagino a la todopoderosa alemania nazi humillada por un futbolista y me consta que no fue la única humillación sufrida por simple e importante.
Hoy por hoy necesitamos héroes como Sindelar que acaben con tanta deshumanización con un gol por la misma escuadra.
Abrazos de un hincha de las libertades.
Hermosa historia la de este hombre Jorge, en aquellos años de tanto fascismo en Europa y resto del mundo cuando una cabeza sobresalía se la cortaba inmediatamente...como siempre me sorprendes con tus reportajes que están llenos de información. Un abrazo amigo
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