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J.J.D.R.
A sesenta kilómetros de Tahiz, capital
provincial del condado de Osku (Irán), la pintoresca localidad de Kandovan
aparece acurrucada entre las arenas cenicientas de la falda del monte Sahand. A
vista de pájaro, se observa perfectamente la singular arquitectura de este
pequeño pueblo, con sus cientos de afilados pináculos en forma de chimenea
apuntando hacia el cielo, estrechos pasadizos de roca que dividen calles y
casas, sus inconfundibles ondulaciones en los pardo rojizos muros de roca, las puertas
y ventanas de madera, la cadencia grupal de huecos oscuros y cavernas, los
senderos de parda arena que se pierden entre un bosque de labradas rocas, y
todo arrinconado en un espacio reducido que hace que Kandovan parezca desde el
cielo un gran termitero humano.
LA CIUDAD DE KANDOVAN Foto www.kenthorne.com |
Foto www.iranian.com |
Y fue envuelto el cielo en ceniza,
polvo negro que fue muriendo despacio en el valle fertilizando la tierra,
ahogándose bajo el yugo de un tiempo implacable, durmiendo su poder destructor
tras la erupción, desprendiéndose su fuerza en brazos de la vida. Y sobre
aquellas cenizas, venteadas por los vientos y acurrucadas por el lecho fluvial
de acuíferos, manantiales y lagos de transparencia cristalina, el valle
resurgió, renació, abrió los ojos al presente convirtiendo la región de Osku en
un jardín edénico donde agua y plantas son sumamente beneficiosas para el ser
humano por sus cualidades curativas.
De esas cenizas surgió Kandovan; del
fácil labrado de la piedra pómez caída sobre la tierra, del aprovechamiento de
los escombros acumulados sobre una pequeña meseta y que dejaban huecos enormes
bajo tierra que fueron el cubil perfecto para refugiarse de las inclemencias
del tiempo y los ataques enemigos. La naturaleza creó un retorcido laberinto de
frescas cavernas que fue transformándose en un enmarañado complejo de calles
interconectadas y casas ocultas bajo cúpulas de barro a modo de tejado, cuya
forma cónica aún sigue siendo motivo de controversia para los especialistas.
Las casas, a las que se las conoce
como Karaan, tienen de dos a cuatro pisos de altura, la primera planta se
utiliza como establo para animales, siendo en la segunda planta donde se
encuentra la sala de estar y habitaciones y las últimas donde se ubican las
despensas. El aislamiento de las casas
es perfecto, manteniendo las estancias frescas en verano y cálidas en invierno.
En el entramado cruce de angostas calles que mueren bajo la madera de las
pequeñas puertas de entrada a las casas, son muchos los canales de desagües que
permiten que el pequeño poblado de Kandovan sucumba bajo las fuertes precipitaciones
que asolan la región en los gélidos inviernos.
Foto www.hotelclub.com |
El pueblo parece haberse detenido en
el tiempo. Sus cuevas, sus calles, sus pináculos pétreos, parecen una estampa
prehistórica, o el decorado de una película sobre un mundo perdido en cualquier
mundo desconocido y lejano.
Según algunos autores Kandovan
significa colmena, nombre que sin lugar a dudas le viene que ni pintado, o
según otros, la traducción correcta identificaría el lugar como la tierra de
los talladores desconocidos, lo que a todas luces indicaría que estos últimos
no se complicaron mucho a la hora de bautizar la ciudad. Sea cual sea su
significado, aún no se sabe con exactitud cuando fue poblado Kandovan, habiendo
indicios notables de presencia humana de alrededor de tres mil años de
antigüedad, o citas como la que refiere el comandante macedonio Antigono
Monophthalmas en el 317 a.C, nombrando a los habitantes de este lugar como
hombres de las cavernas.
Uno de los últimos censos efectuados
en Kandovan (año 2006) dejó un registro de 601 habitantes de un total de 168
familias. Poco a poco, y gracias a la globalización de la información y el
poder de los tentáculos de Internet, la ciudad de Kandovan es cada vez más
popular y el turismo ha crecido considerablemente, gracias también a la belleza
de los parajes que subyacen en los alrededores de Kandovan.
Agazapado entre los pliegues de una
estrecha cornisa de roca volcánica, Kandovan muestra al mundo la peculiar
arquitectura de sus casas y calles, así como la estimulante variedad orográfica
que ofrece su entorno para aquellos ávidos viajeros necesitados de llenar sus
macutos de aventura y bellas experiencias.
Foto www.wallempires.com |
Aportes y Datos:
Heritage Institute
http://www.heritageinstitute.com/zoroastrianism/urmia/kandovan.htm
Wikipedia
http://en.wikipedia.org/wiki/Kandovan,_Osku
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Comentarios
Un poblado tan extraño como digno de conocer. Muy interesante.
ResponderEliminar=)
Curioso sobre todo, como un enorme hormiguero humano.
EliminarUn abrazo.
Invita a la calma, a la conversación y a un café (ya se que debería poner té, pero soy cafetera) Abrazo
ResponderEliminarYo también soy más cafetero, en compañía de unas pastita y una buena conversación, el lugar lleva al encanto.
Eliminar¡Hola! cada día nos sorprendes... Cuántas maravillas existen en este planeta tan hermoso donde somos capaces de aprovechar la naturaleza para buscar cobijo o crear belleza. La pena es que también creamos terror y lo hacemos tan injusto...
ResponderEliminarUn saludo afectuoso
Y cuántos quedarán aún sin descubrir y estarán esperando ser hallados.
EliminarUn abrazo.
Hola Jorge, donde menos te lo esperas se encuentran tesoros que si no es por personas como tu nunca los conoceríamos, en este caso el tesoro es este poblado tan original y a la vez tiene su belleza, un trabajon lo que hicieron al ir construyendo las casas entre las rocas, sabes?, me recuerda a las famosas casas cueva que hay creo que por Andalucía, me gusta mucho y ver que todavía viven alli la ver que da gusto ya que así y con los turistas se podrá mantener y no perderlo como ocurre con otras cosas, gracias amigo por compartirlo y disfrutar de este nuevo descubrimiento para nosotros:)
ResponderEliminarBesos.
Es cierto amiga, creo que es en Granada donde hay pueblos que viven en auténticas cuevas. La necesidad y el ingenio hacen maravillas.
EliminarUn abrazo.
Es una pasada esas vidas hechas en roca, en corazón ardiente del interior de la tierra. Y luego nos llenan las costas de hoteles y chalets que llaman de lujo. Un despropósito.
ResponderEliminarSaludos
Tienes razón, y aunque muchos pueblos antiguos se acercaron a ecosistemas delicados, nunca perjudicaron el espacio que es daba la vida y el sustento.
EliminarUn abrazo.
Realmente sorprendente y bello a la vez. Gracias por hacernos viajar por estos remotos lugares llenos de belleza.
ResponderEliminarBesos
Gracias a ti por compartir sendero conmigo y dejar tu huella en él.
EliminarUn abrazo.
Sabes encontrar la magnificencia de la naturaleza tal cual recoletor de bellezas.
ResponderEliminarGRACIAS SIEMPRE¡¡
Besos muy fuertes
tRamos
Muchas gracias amiga, aunque no es difícil hallar belleza en cada rincón del planeta.
EliminarUn abrazo.
Hola Jorge ! Nada más ver la primera foto de tu actualización , me quedé alucinada e impresionada por la belleza y originalidad de la Ciudad de Kandovan . es impresionante como bien tu dices la capacidad del ser humano para adaptarse a vivir en lugares como este por ejemplo , aprovechando lo que la Madre Naturaleza ha creado o se han producido por fenómenos como la erosión . Es impresionante de verdad y las imágenes lo son mucho , he estado un buen rato mirándolas y admirando todos los detalles , las escaleras de una de las fotos impresionan un montón .
ResponderEliminarNo se si tu conoces las casas que hay utilizando las rocas en un Pueblo de Cádiz que se llama Setenil de las Bodegas que tambien impresionan o las de Baza ( Granada) y otros lugares que hay por aquí en Andalucía . Las personas que viven en estas casas dicen que no pasan calor en verano ni frio en invierno porque las rocas los aislan.
Gracias una vez más por todo el conocimiento que nos aportas y por el interés que despiertan los lugares que nos descubres . Un abrazo grande , Jorge
Hola amiga Charo, aunque soy de Cádiz, no conozco el pueblo de Setenil y eso que casi los conozco todos, pero ya tengo puesta una muesca en el mapa para dentro de poco. Hay muchas localidades que usaron huecos naturales para edificar sus viviendas y sin duda son lugares que abrigan en invierno y refrescan en verano.
EliminarUn fuerte abrazo.
No parece de este mundo .. o nuestro mundo no se parece nada al de ellos..
ResponderEliminarDesde mi ignorancia te digo que parece un escenario de película .. siempre un placer pasear por Gaia
buen fin de semana un abrazo
A mí también me parece un escenario de película, no sabría decir de qué género, pero realmente me parece impresionante.
EliminarUn abrazo.
Como siempre digo, increíble el ingenio del hombre, edificar tan curiosas viviendas desde el centro de las rocas y las escaleras impresionantes, ni idea de que existía algo así, siempre nos sorprendes amigo.
ResponderEliminarEn este caso es admirable, pero a mi particularmente me dió un poquito como de claustrofobia el pensarme dentro de una de las viviendas, en realidad es que lo soy y no es broma.
Un abrazo grande Jorge y una muy linda semana
Para alguien que parezca claustrofobia supongo que no es una idea brillante irse a vivir a un lugar así, aunque si no hubiese más remedio seguro uno se acostumbraría.
EliminarUn fuerte abrazo.
Querido Jorge, ultimamente estoy peleando con un libro de Toureau que en principio nos habla de lo poco que necesita el hombre como cobijo.
ResponderEliminarSin duda el era ignorante de la existencia de esta ciudad si no la hubiese puesto de ejemplo.
Es un preciosidad donde recuperar el espíritu enfermado por las grandes urbes. Como bien dices la magia de internet está dando a conocer lugares similares y paradisicos que esperemos que el masivo turismo no degraden en el futuro.
Un abrazo y mis respetos siempre por tu gran trabajo.
Las grandes urbes nos roban un elemento esencial y necesario a la hora de lograr el respeto que merece el entorno natural. Viviendo como vivimos, aislados en un entorno artificial, es fundamental inculcar la necesidad de preservar la naturaleza, pues cada vez es más estrecho el cerco que las grandes ciudades establecen con el medio ambiente.
EliminarUn fuerte abrazo.