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J.J.D.R.
Desde lo más
alto del escarpado farallón granítico del Monte Loura, la efigie de la Dama
blanca continúa fijando su pétrea mirada en el lejano y vasto horizonte
africano. El perfil de su rostro, tan enigmático como clarividente, siempre estuvo
ahí, emergiendo desde una de las paredes de la montaña a la vista de todos
durante no se sabe cuánto tiempo, pero olvidada pese a su gigantesca presencia.
Dama de Maali Foto kyrevenkuoroi.wordpress.com
La Dama blanca o señora de Maali constituye un enigma aún sin respuesta. Se trata de lo que parece ser una escultura gigantesca esculpida en la cima del monte Loura, cuya altitud es de 1515 metros y pertenece al macizo Tamgue ubicado en el punto más al norte de Guinea Conakri en la cordillera Futa Yallon; desde cuyos enormes y afilados acantilados se puede contemplar por sus tres vertientes las fronteras de Malí y Senegal. La supuesta escultura mide 150 metros, de los cuales 25 corresponden al rostro. Tal y como se puede apreciar es difícil asimilar que tamaña imagen se haya originado por la erosión de la lluvia y el viento, cuestión que se me antoja particularmente difícil teniendo en cuenta que se trata de piedra granítica, uno de los compuestos naturales más duros y si, además, tenemos en cuenta los aspectos lógicos que nos aporta la meteorología del lugar, la región donde está ubicada la Dama blanca precisamente no es un lugar donde el clima sea especialmente agresivo.
Otra peculiaridad de esta
extraña escultura está conformada por sus rasgos. Teniendo en cuenta que se
encuentra en pleno continente africano, si ciertamente se confirmase su origen
artificial, debería de presentar rasgos negroides y no de origen caucásicos
como es el caso. La Dama blanca siempre ha estado ahí. Los nativos de la región
hablan en sus antiguas leyendas de variopintos motivos por los cuales sus
legendarios dioses petrificaron a una mujer como castigo por haber sido infiel
a su marido. La Dama blanca no puede ser ocultada a ojos de la historia y la
arqueología, pero su silueta parece ser una molesta huella sobre la que nada se
conoce y lo más curioso, sobre la que nada se quiere saber, como si ignorando
su existencia se quisiera borrar la incomodidad que en tierras africanas
representa su presencia.
Si bien,
como se sabe, la gigantesca escultura era ya desde tiempos remotos conocida por
las tribus de esta región, no fue hasta el año 1997 cuando se dio mundialmente
a conocer. El responsable de ello fue el italiano Angelo Pitoni, geólogo de la
FAO, botánico y especialista en piedras preciosas, muy especialmente en lapislázuli
y descubridor de numerosas minas de esmeraldas. Precisamente, ejerciendo su
trabajo como prospector de minas en Sierra Leona, fue cuando de manos de los miembros
de la tribu Fulah se topó con unas extrañas piedras de un bello color azul y
que los nativos llamaban piedras del cielo, las cuales según sus tradiciones
pertenecieron a los dioses que en el inicio de los tiempos habían llegado desde
el firmamento para poblar la tierra.
Estatuillas Nomoli Foto johncapemort.medium.com
La presencia
de aquellas piedras de extraña composición llamó poderosamente la atención de
Pitoni quien, sin prestar atención a lo que consideró leyendas tribales, olvidó
el asunto, pero se encargó a su regreso de enviar algunas piedras a los
laboratorios de la Universidad de Ginebra, Roma, Utrecht, Tokio o Freiberg para
que fueran estudiadas. Cuando obtuvo los resultados de los distintos estudios se
quedó, nunca mejor dicho…de piedra.
Piedras "del cielo" Foto internationalwebpost.org
Los resultados
indicaron elevados niveles de oxígeno de hasta un 70 por ciento, así como
carbono, calcio, sodio y silicio que conformaban una especie de yeso que a
todas luces indicaba una estructura sintética cuya composición había sido
manufacturada. Resultaba llamativo que a vista de microscopio la estructura de
cristales se tornaba totalmente blanca y en ningún momento aparecía rastro del
color azul tan característico de la piedra que se esfumaba sin explicación
posible.
Angelo Pitoni Foto saggiagilillap.com
En
posteriores viajes a Sierra Leona entabló cierta amistad con el jefe de la
tribu de los Falah quien le enseñó ciertas figuras y un extraño bastón
pertenecientes a algún tipo de cultura desconocida hasta la fecha y cuya
datación se estimó en alrededor de 12.500 años de antigüedad y a la cual se referían
como los Nomoli pertenecientes a la provincia oriental del Kono. Estas
estatuillas estuvieron expuestas en el Museo Británico de Londres y el Museo
L`home de París, pero al no poder ser identificadas en un periodo concreto
fueron retiradas y supongo que duermen el sueño de los incomprendidos en algún
cajón de las estancias museísticas. A raíz de estas experiencias y el aporte de
las leyendas locales descubrió la existencia de la Dama blanca y se dirigió al
lugar acompañado del arqueólogo y director del Museo Nacional de Guinea Dr.
Moussa Kourouma. Desde su primer avistamiento de la enorme escultura jamás
tuvieron duda de que aquello no era producto de la erosión ni era el producto
de un capricho natural. Aquel rostro de marcados rasgos caucásicos había sido
esculpido en la roca y, de estar en lo cierto, aquello habría una discusión
incontestable hasta la fecha sobre su cronología, su origen y el de sus
constructores.
Foto gaetaniumberto.wordpress.com
Desde su
descubrimiento Angelo Pitoni se aventuró a emitir diversas teorías sobre el
origen de la Dama Blanca, aseverando que su construcción fue realizada por los
legendarios atlantes que sobrevivieron tras la desaparición bajo el mar de su
mítico reino estableciéndose en estas tierras.
Desde los
terruños adyacentes al pueblo de Dongol Lüüra se aprecia con claridad el perfil
femenino de la Dama blanca, su gesto, sus rasgos y su mirada atemporal se pierde
en el horizonte, haciéndose visible ante la ceguera de aquellos que escribieron
nuestra historia y que no están dispuestos a cambiar un renglón de su discurso,
obviando quizás, respuestas incómodas a preguntas que muchos nos hacemos sobre
la posibilidad de la existencia en la tierra de vestigios arqueológicos cuya
incierta cronología incomoda a los especialistas y que pudieron pertenecer a
otra u otras humanidades anteriores a la nuestra.
Aportes y Datos:
Bles Mundo
https://bles.com/cultura/noticias-misteriosa-dama-12000-montana-africa.html
Wikipedia
https://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Loura
Antikitera
http://www.antikitera.net
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Comentarios
Hola Jorge, la primera impresión me pareció la cabeza de un gorila, pero luego ya me he fijado y he visto a la dama perfectamente, puede ser lo que aquí dices que esta esculpida por pueblos anteriores a nuestra tiempo y como se ha demostrado muchas veces mucho mas inteligentes que nosotros, tenemos las Pirámides, Isla de Pascua y así muchas mas, la piedra azul es curioso lo que dices, que cuando se mira por el microscopio se ve blanca, curioso de verdad.
ResponderEliminarCuídate mucho querido amigo.
Besos.
Interesantísima entrada profusa en datos que prueban que la enigmática Dama fue moldeada, aunque vaya a saber por quiénes y con qué con propósitos. Pero como bien discurres y parafraseando la canción "si la historia es la que te cuentan, eso quiere decir que hay otra historia".
ResponderEliminarAbrazo agradecido hasta allá.
También la mano de la Naturaleza es capaz de realizar buenas esculturas. Hay mucho ejemplo de estos en diversos lugares del mundo.
ResponderEliminarQue tengas un buen día.
Hola Jorge!
ResponderEliminarSiempre nos sorprendes. Desde luego un viaje por ese continente debe de ser realmente fascinante.
Saludos!
Buenas noches, estimado amigo, después de unos días de inactividad, pasando a visitar a los amigos.
ResponderEliminarComo siempre amigo nos sorprendes con otra brillante entrada, otra más y fantástica que nos adentra en ese extraordinario mundo de una gran y bella cultura.
Un gran abrazo amigo.
Al principiovi como la cara de un gorila.Pero leyendo pude dar con la dama Blanca, ...enigmática, y eso de las piedras azules es más extrano todavía
ResponderEliminarSuper blog
ResponderEliminarEn general, no suelo descubrir esas similitudes en las rocas. Me dicen se parece a una cara, un zapato, un pato, y yo no veo nada ☺️. En este caso, me pasa igual. Lo de la piedra sintética, si. Es sorprendente y merecería más investigación. Siempre interesantes tus artículos. Un abrazo
ResponderEliminarParece mentira, Jorge, pero la dama blanca, como suelen llamarla la talló el viento con el paso de los siglos, no me cabe duda...y otra cosa que me fascinó fue la piedra caída del cielo...¡Dios, qué hermosura y transparencia! Gracias por compartir. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosas fotografías. Cada persona ve algo diferente todo depende del punto donde la mires.
ResponderEliminarUna historia llena de misterios tanto por la piedra sintética como por la figura de la dama, que a mi por mucho que la miro no deja de parecerme la de un primate, y aunque mi opinión valga de poco pienso también por esas cejas que sobresalen que está la mano del hombre detrás de todo.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Jorge.