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J.J.D.R.
La mar en calma pavonea la luminosidad
de sus acristaladas aguas adormeciendo la brisa que mece con desgana la panza
de una pequeña chalupa de madera. A pocos metros de la embarcación solitaria, roída por los rayos del sol y anclada a lo que parece a simple vista un olvido
infinito, se divisa un pequeño círculo de pequeñas burbujas de aire borboteando
en la superficie. Justo en ese lugar, un ser humano, fuera de su medio natural
y usando solamente un rudimentario arpón y el oxígeno acumulado en su pletórica
caja torácica, camina bajo la superficie persiguiendo el aleteo nervioso de un
gran banco de peces.
DE CACERÍA BAJO EL AGUA Foto www.el-nacional.com |
Su cuerpo parece haber mutado en un
ser anfibio superlativo y se desplaza como llevado por el canto de invisibles
sirenas. Cada movimiento es estudiado meticulosamente, pues cada gramo
energético que gasta significa una milésima menos de oxígeno y, a más de veinte
metros de profundidad y a pleno pulmón, un intento fallido puede marcar la
diferencia entre subir a la superficie o fenecer en el lecho marino. La presa
se dirige hacia él con un descuidado aleteo ajena a que se acerca su trágico
final. Apostado sobre una oronda roca que utiliza para coger impulso, con su
arpón inhiesto y presto al ataque, el inesperado cazador se cobra su presa y
finalmente asciende a la superficie.
Foto www.nationalgeographic.com.es |
Ya en su pequeño velero el hombre
sonríe satisfecho. Extenuado por el enorme esfuerzo, se deja llevar por la
impronta que el horizonte le regala, un sol anaranjado y enorme que comienza a
derretirse bajo el fulgor coralino de la mar.
Este increíble cazador submarino es un
miembro de la etnia Moken, grupo indígena que junto a los Bajau son conocidos
como los “gitanos del mar”.
Foto www.recreoviral.com |
La etnia Moken está formada por unos
2000 a 3000 individuos que viven sustentados por lo que la gran despensa marina
les provee diariamente. Son nómadas marinos que viven literalmente en el mar a
bordo de sus casas flotantes casi toda su vida. Los Moken se mueven por las
costas del mar Andamán, en la actual Birmania y Tailandia, y se cree que
llegaron a estas costas desde China hace unos 4000 años. Poco o nada se sabe
del origen de su dialecto, el cual se pierde en los anales del tiempo, pero de
lo que si podemos estar seguros cien por cien, es de la capacidad de adaptación
que estos grupos nómadas han desarrollado durante siglos de vida en el mar.
Foto www.g1.globo.com |
Como claro ejemplo de esta gran adaptabilidad, es el hecho de que algunos de
sus miembros nunca han pisado tierra firme. Cierto es que, hoy por hoy, son
cada vez menos números los grupos nómadas Bajau y Moken, y que los actuales
descendientes suelen comerciar y residir por temporadas en poblados terrestres.
Foto www.survival.es |
Pero aún sigue habiendo grupúsculos que se sirven de sus Lepa-lepa, o Kabang
(embarcaciones que disponen de salón , cocina y dormitorio) o bien de sus
poblados alzados sobre rudimentarios pilotes de madera sobre el mar, en los que
consiguen llevar una vida que, según su ancestral cultura y religiosidad, le
ofrece todo aquello indispensable para la vida. En el caso de los Bajau, estas
rudimentarias ciudadelas flotantes son conocidas como Torosiaji. Tienen
electricidad, escuela, y pueden albergar hasta unas 300 familias. La venta de
sus capturas en la costa les sirve para intercambiar productos por agua potable
o arroz.
Foto www.travelerrepublic.com |
Desde muy pequeños los niños y niñas
de las diferentes etnias son instruidos en el arte del buceo submarino libre,
sin más ayuda que el pleno desarrollo superlativo de su capacidad pulmonar. Recién
nacidos son lanzados al mar, donde podríamos decir que tiene lugar su
particular comunión con el medio que les dará el sustento diario. A los cuatro
años son capaces de manejar una embarcación y a los siete ya pescan por sí
solos. Sus ojos llegan a adaptarse perfectamente al agua gracias a la
acomodación de su foco visual. Una norma generalizada es la rotura de los
tímpanos a edad temprana para facilitar las largas inmersiones en el mar.
Foto www.dailycapital.pk |
Lógicamente, los miembros de mayor edad, tienen grandes problemas auditivos por
esta causa. Nadie como estos hombres y mujeres que viven en el maravilloso
Triángulo de Coral, conocen los entresijos del lecho marino y los lugares donde
la pesca submarina les puede proveer de un delicioso manjar.
Foto m.forocoches.com |
Aunque pueda
parecer un dato increíble, llegan a estar sumergidos hasta cinco horas al día,
en intervalos de hasta cinco minutos seguidos, en los que se les puede ver
caminando bajo el agua tras alguna presa. Los maestros en este arte de la apnea
submarina, enseñan a los más jóvenes ejercicios específicos del estómago, hasta
que consigan que el aire sea expulsado gradualmente, y estados de relajación mental
y muscular que capacitan al corazón a tan solo emitir 30 pulsaciones por
minuto.
Foto www.el-nacional.com |
Reza un proverbio Bajau “Conservamos
solo lo que amamos, amamos sólo lo que entendemos y entendemos sólo lo que nos
han enseñado”.
Su dieta está basada fundamentalmente
de pescado y sobre todo Trepang, una especie de pepino de mar el cual preparan
en sopa. No toman del mar más peces que los que necesitan para su sustento, y
nunca perseguirán o matarán tortugas o delfines, así como cualquier otro gran
mamífero marino, aumentando sus capturas sólo en aquellos casos en los que les
es necesario proveerse para el intercambio de algún producto básico como agua
potable o arroz.
Foto www.dpreview.com |
La adaptabilidad de estos pueblos
marinos es tan perfecta que son capaces de detectar cualquier cambio brusco que
se produzca en su entorno. Buena prueba de ello es el terrible Tsunami del año
2004 que arrasó las costas del sureste asiático y apenas causó víctimas entre
sus miembros. Al ver como el mar se retiraba de la costa rápidamente buscaron
cobijo isla adentro, al igual que hicieron los Sentineleses de las islas
Andamán, tribu no contactada que se refugió en la profundidad de la selva.
Foto www.bashny.net |
Tras llegar al mundo, la sal y la
espuma del mar les dan la bienvenida y les acoge en su subacuático reino de
brillosos corales. Son los gitanos del mar, seres humanos que navegan la costa
que les ve nacer y les sustenta día a día.
Aportes y Datos:
Una antropologa en la luna
http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2012/01/los-gitanos-del-mar-caminando-bajo-el.html
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_moken
Ocho leguas
http://www.ocholeguas.com/2009/03/25/asia/1237980496.html
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Comentarios
Hermosas fotos...buen escrito
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias Gla, por venir y dejar tu huella. Un abrazo.
EliminarSiempre me maravillan las costumbres tan sabias de estas personas a las que miramos por encima del hombro. Un abrazo
ResponderEliminarA mí también. Todos los seres humanos fueron una vez discípulos de la Tierra y en ella hallaron todo lo que necesitaban. Tiempo después, somos su peor enemigo. Al menos hay lugares en el mundo donde el respeto por la madre naturaleza es inmenso.
EliminarUn abrazo.
La verdad es que es un sitio idilico donde viven estas comunidades de "gitanos". Es un privilegio poder vivir del mar sin hacerle daño y cuidando su fauna sin intentar memarla o esquilmarla.
ResponderEliminar5 minutos por apnea? jaaajaja pero si yo me lavo la cara y casi me ahogo jejejej Me ha gustado el proverbio y además su forma de entender la naturaleza les sirvió para salvar la vida en el tsunami.
Me ha encantado conocer a estas etnias.
un abrazo amigo cuidate
Jeje...a mí me pasa igual...me lavo la cara y me ahogo...qué bueno. Pero a estos hombres y mujeres se les pega el arroz por estar bajo el agua sin problema. Su saber es la máxima que les hace sobrevivir en medio tan bello como vulnerable.
EliminarUn abrazo amigo.
Realmente estas personas están conectadas con el elemento acuático y tienen tal comunicación con este medio que perciben a la distancia cualquier cambio por pequeño que este sea. Mantienen un equilibrio ecológico tal y como debería de ser y por la tanto son más felices seguramente de lo que somos nosotros.
ResponderEliminarBesos
Estoy convencido de que son mucho más felices, aunque no podamos medir la felicidad. Pero ellos no necesitan aquello que desconocen, o aún conociéndolo hoy día, prefieren ser fieles a sus costumbres y mantenerse viviendo en su mundo.
EliminarUn abrazo amiga.
Con su vida simple que necesita de pocas cosas, viviendo de lo que cazan bajo el agua con enorme experiencia,atentos al tiempo y a los cambios climáticos, desarrollan sentidos que en nosotros están planchados. Se los ve felices, las fotos son magníficas, viven como si fuera prehistórico, nosotros los que vivimos en las grandes ciudades, vaya a saber que antepasados tuvimos hace siglos para asimilarnos un poco a ellos. Gran trabajo el tuyo aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que la gran masa humana que se hace llamar civilizada (aunque mostremos cada día lo incivilizados que somos) perdimos hace mucho el vínculo que nos unía con las cosas esenciales de la naturaleza. Ahora mismo son los menos aquellos que aún pueden decir que conocen el medio en el que viven y sobre todo lo respetan.
EliminarUn placer tenerte aquí, un abrazo.
La verdad que son unos privilegiados, convivir con tanta belleza y sobre todo, el hecho de no necesitar nada más que lo que buenamente le ofrece la naturaleza..
ResponderEliminarAbrazo, amigo Jorge
Intento imaginar por un momento lo sencillo que sería ser feliz y vivir en conciencia con nuestro entorno usando sólo aquello que fuese indispensable para la vida. Sé que es una auténtica utopía, pero me alegra saber que hay pueblos en este mundo que de su parte de responsabilidad con el planeta cumplen el cine por cien. A nosotros nos queda mucho que reparar y esperar a ser perdonados...aunque mucho me temo que ya es tarde para ello.
EliminarUn abrazo.
Por increíble que nos parezca esta es otra forma de felicidad en estado puro.
ResponderEliminarRespeto por el medio que los alimenta e instruye, enseñanza de vida a los que vienen y comunión con el hogar que siempre conocieron y les protegió.
Hace falta muy poco para una sonrisa eterna y en cambio preferimos esclavizarnos con la materialidad de nuestras miserables vidas.
Algo de sol, un pescado y la promesa de un atardecer en las aguas.
Poco más se me ocurre que se necesitase para encontrar la paz.
Abrazos Jorge.
Sabes de sobre, después de ya mucho tiempo compartiendo letras y sueños, que somos del mismo parecer, y creo no equivocarme al decir que ambos sabemos que el problema que hemos creado los humanos en este planeta no tiene solución. Las tripas se me revuelven al pensarlo, pero nada les dejamos a generaciones futuras, y aunque no puedo evitar admirarme con la exploración humana de otros planetas habitables, una parte de mí se niega a aceptar que seamos capaces de alcanzar y colonizar otros mundos cuando este nuestro, que está echo a conciencia para vivir en armonía y riqueza, lo dejemos como un basurero.
EliminarNo sería tan difícil vivir con lo esencial, si no fuera por que el ser humano está repleto de codicia
Un fuerte abrazo amigo.
Bella forma de vivir, el mar, la naturaleza, esta gente es genial.
ResponderEliminarSaludos desde El Blog de Boris Estebitan.
Me alegro de ver tu huella amiga Boris, un abrazo.
EliminarUna forma de vida especial
ResponderEliminarHermosas imágenes
Saludos
Creo que su mundo está ligado y mimetizado con el entorno.
EliminarUn abrazo amiga.
Cuanto que aprender nos queda, que impresión da la sabiduría y pureza de este "ser humano" tan favorecido y admirable; personalmente Jorge quedo por completo admirada de este pueblo "hermano" y como siempre me es inevitable darte las gracias por tu trabajo.
ResponderEliminarBesos con mucho mucho cariño,
tRamos
Grandes lecciones nos dan estos pueblos ancestrales. Sin aspavientos, sin elocuentes discursos ni grandes alardes...tan solo viviendo con aquello que necesitan y veviendo del sol y la sal de un mar que es su despensa diaria.
EliminarUn fuerte abrazo amiga.
Hola Jorge, pues que bonito ser como estos "Gitanos del Mar", gente que sabe respetar su entorno y no coge de el nada mas que lo que le haga falta, una forma de vivir que mas de uno quisiera para si mismo, es curioso como de recién nacidos ya los echan al agua para que se vayan acostumbrando y lo que si me ha resultado mas curioso aun es la rotura de tímpanos y que de inmediato no tengan problemas y los tengan solo de mayores, pero si impresiona su forma de vivir que me encanta y el respeto que le tienen a todo, como llegan a tener sus propios poblados en el mismo mar y lo que aguantan bajo el, una maravilla mas que nos enseñas y de la que tenemos que aprender mucho, gracias de nuevo querido amigo:)
ResponderEliminarBesos.
Sí que es curioso lo de la rotura de tímpano amiga. En cuanto a su capacidad pulmonar es todo un reto, solo superable si desde que son muy pequeños les enseñan a bajar sus pulsaciones y gastar solo aquella energía indispensable. Suena fácil, pero creo que pocos aún por mucho que practicasen podrían sumergirse durante tanto tiempo. Es una maravilla.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Cuánto tiempo hacía que no te veía por mi espacio! He querido venir a visitarte antes, pero he llevado unos días tan atareada, que me ha sido imposible contestar a tiempo a todos los que me habíais comentado.
ResponderEliminarSabes que me gusta tu espacio y bien quisiera poder abrazaros a todos con una visita, pero los días vuelan y, a veces, aún me veo mal para contestar a los que, semanalmente, me dejan una palabra de cariño.
Pero de ti nunca me olvido, hoy he sacado un rato y vengo a leer tu escrito, fascinada me dejas con la belleza que encierra ese mundo submarino.
Esos gitanos del mar son gentes que merecen respeto y constituyen un ejemplo a seguir, el capturar sólo lo necesario, no entra en la mente de muchos pescadores, yo diría que de ninguno.
¡Lástima no se acerquen a leer tu entrada!
Te dejo cariños y mis deseos de que tengas una muy feliz semana.
Kasioles
Yo también me alegro mucho de tenerte por este humilde sendero de historias. El tiempo a veces se nos hace escaso. Yo tampoco me olvido de visitar tu maravillosa despensa de letras y viandas, pues siempre me voy con la mente despejada y el estómago palpitando.
EliminarSiempre es un placer tenerte aquí, un fuerte abrazo.
Cada día que me acerco a tu ventana me encuentro con "un explorador" que nos ofrece lo más hermoso de la tierra. ¡Gracias!
ResponderEliminarEs un hermoso cumplido que acepto con alegría. Tan sólo me lleno las alforjas de aquellas curiosas vivencias que me hacen soñar.
EliminarUn fuerte abrazo.
Gracias, muchas, por tu cariñoso comentario.
ResponderEliminarYa sabes, hay días que una se siente mucho más "blandita" y se agradecen mucho más unas palabras de apoyo.
Cariños en el corazón.
kasioles
Un abrazo amiga.
EliminarHola jorge , la verdad es que algo había oído de estas tribus , pero lo que no sabía es que los llamasen así ... Y dime tú , ves como estas personas no necesitan de muchas cosas ni muchas comodidades para vivir ?? Y la gente de aquí se queja por que no tienen calefacción o para comer .... La verdad es que estoy por irme a vivir allí en una casa de esas flotantes .
ResponderEliminarMe a gustado mucho este post las fotos son preciosas , besos de flor .
Muy cierto amiga, no sé si la felicidad se trata de tener menos, pero tengo claro que tener mucho y despilfarrar miestras otros no poseen nada no creo lleve a la felicidad.
EliminarUn abrazo.
Siempre pienso ¿pero de donde le saldrán las ideas a este muchacho para buscar fotos tan bonitas? Y no sé de donde porque yo busco pero no tengo mucha suerte que digamos. Siempre son hermosas tus entradas, yo me quedo maravillada de tanta hermosura, se ve que eres un buen buscador, me gusta venir a leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarNo hay nada que destacar en mis búsquedas amiga, todo está en ir tirando de pequeños lazos y la información sale y te lleva de un lado a otro.
EliminarUn abrazo.
Qué maravilloso parece desde lejos, me pregunto si ellos lo disfrutaran como parece.
ResponderEliminarImágenes excelentes.
Un abrazo.
HD
Sin duda es la gran pregunta estimado amigo...quién sabe.
EliminarUn abrazo.
Está visto que el ser humano es un animal que se adapta a cualquier medio. El mar dicen que no regala nada, asi que fácil no lo deben de tener.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Y qué razón tienes querida amiga, pues si hay un medio que es terrible con el humano ése es el mar. Pero estos gitanos del mar están tan adaptados a este medio que parecen caminasen sobre él.
EliminarUn fuerte abrazo.
Ver imágenes así nos lleva a pensar en algo que a veces olvidamos....
ResponderEliminarY es que hay muchas y variadas formas de vida, maneras de sentir y de vivirla.
Pensar en esa simbiosis nos aporta nuevas perspectivas.
Un salud✴.