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MONTEFRÍO

BRINICLE

J.J.D.R.
Una inusual y helada corriente submarina hace acto de presencia bajo el dosel de hielo antártico. El flujo salino se comporta de manera extraña, creando de manera inmediata una espesa y sólida columna que crece rápidamente desde la superficie y desciende hasta el lecho marino congelando a su paso toda forma de vida que se interponga en su camino.

RAYO MORTAL DE HIELO Foto www.matome.naver.jp
El helado manto de hielo antártico se muestra sereno mientras bajo la entraña oscura y fría de su vientre submarino, un Brinicle cruje su torso de hielo y recrea para el mundo visual uno de los fenómenos naturales más extraños y poco conocidos por la ciencia.
Un Brinicle es una estalactita de hielo. Quizás, tan simple descripción no sea demasiado atrayente, pero lo que hace que un Brinicle o carámbano salado sea diferente a cualquier otro fenómeno natural es su propia formación y el carácter mortal y desafiante que lo rodea.

Foto www.fiboni.com
Para que se forme un Brinicle son necesarios varios factores determinantes. En la superficie, sobre la capa de hielo del Ártico o el Antártico, las temperaturas están por debajo de los 20º centígrados. El mar a de estar en calma total y la zona donde se creará el tubo de hielo no ha de ser muy profunda. La temperatura del agua es mucho más elevada que en superficie. Llegado el momento decisivo, cuando todos estos factores se han cumplido, el eslabón que unirá la cadena de circunstancias especiales que hará que se cree el Brinicle, será un flujo marino de elevada salinidad y ritmo constante sin corrientes en el mar que influyan en su recorrido. Ahora sí, bajo el techo de hielos perpetuos del desierto antártico, un rígido tubo comienza a descender a una velocidad vertiginosa cual afilada lanza que blandiese el mismísimo Poseidón, congelando todo signo de vida que interceda en su camino. 

Foto www.news.discovery.com
Peces, crustáceos y algas, quedan atrapadas en una telaraña de hielo que acaba al instante con sus vidas, mientras el tubo de hielo, o dedo de la muerte como también es conocido, culmina su trayecto y se une al lecho del mar formando una deforme columna de cristal mortífero.
Éste fenómeno natural, muy poco común, es conocido desde la década de los años sesenta. Quién describió con mayor detalle su formación fue el oceanógrafo estadounidense Seelye Martin en 1974. Pero fue en el año 2011 en el rodaje de la serie Frozen Planet para la cadena BBC, cuando los cámaras Hugh Miller y Doug Anderson lograron grabar y constatar el precioso momento de la formación de un Brinicle aportando un documento único y de gran valor científico.

Foto www.weirdnewsfiles.com
La zona de la grabación fue Little Razorback Island cerca del archipiélago de Ross en la Antártida.

Foto www.snipview.com
La naturaleza no deja de sorprendernos bajo todo tipo de situaciones y formas inesperadas. En medio del batiburrillo que conforma la enorme biodiversidad de ecosistemas que nutren y dan vida a nuestro planeta, Gaia muestra su grandeza a través de mil formas y colores, de mil y una siluetas y geometrías dispares.
A nosotros, los humanos, nos compete deleitarnos con ellas y protegerlas, conscientes de que la admiración y la belleza de nuestro mundo es también nuestra responsabilidad.

Aportes y Datos:
Texto de mi anterior blog Centinela del Sendero







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