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J.J.D.R
Phillipe
Petit nació en Nemours (Francia) el día 13 de agosto de 1949. Desde muy
temprana edad comenzó a mostrar una personalidad inquieta y extrovertida. A
medida que crecía, igualmente sus actitudes para el arte aumentaban, tanto, que
pronto dirimía su tiempo entre la pintura, la escultura, el dibujo y el teatro,
e incluso la equitación y el complejo esgrima ocuparon su deseo y su tiempo de
juventud.
PHILLIPE PETIT |
A
los 17 años abandonó su casa. Se dedicó a callejear en busca del aplauso de los
viandantes como mimo en alguna esquina o haciendo malabares entre las terrazas
de los bares y las plazas importantes llenas de turistas. Es cierto que en
aquellos años pasó hambre y mucho frío, pero el aplauso del improvisado público
calentaba su espíritu y reconfortaba su sufrimiento. Phillipe Petit está
considerado uno de los primeros juglares callejeros modernos de París.
Monociclista, mago y equilibrista, en el año 1968 comenzó realmente su carrera
con la que se ganaría posteriormente el respeto, llegando incluso a dejar
absortos y boquiabiertos a medio mundo.
EN 1971 SOBRE NOTRE DAME |
Es
en la cuerda floja dónde Phillipe muestra su grandeza absoluta. Le gusta
ascender por el milimétrico cable y sentir el zarandeo del viento en sus
costados. Cuanto más alto asciende, más es su disfrute y su convencimiento de
alcanzar retos aún mayores.
Un
día, tras un terrible dolor de muelas, acude a la consulta de un dentista. En
la sala de espera decenas de revistas esperan ser ojeadas. Hay una en concreto
que llama la atención de Phillipe. En su portada se muestran las fotos de la
construcción en Nueva York de dos torres de tamaño descomunal. Son gemelas, y
tras el concurso de obreros y arquitectos, las azoteas de aquellas moles de hormigón
cristal y acero, alcanzarían las nubes del cielo neoyorquino sobrepasando los
400 metros de altura. Sin lugar a dudas, nada más grande se ha construido hasta
la fecha.
Foto www.lefigaro.fr |
Aquel
día de 1968 Petit salió de la consulta del dentista con una idea fija en su
cabeza. Quería subir aquella torre, pasar un cable hasta su hermana gemela, y
cruzar caminando sobre un cable el vacío que las separaba.
Antes
de alcanzar aquel loco sueño, fueron los franceses quienes asombrados vieron
como Phillipe Petit caminó sobre la catedral de Notre Dame. Después fue el
turno de los australianos en su puerto de Sydney los que le vieron danzar sobre
su cable de acero, mientras el vacío penetrante se abría a sus pies. Pronto
vino la Torre Eiffel y el Palais de Chaillot, al igual que, en la misma época,
acudió con su cable y su contrapeso a deslumbrar al público de Lousiana y
Hennepin County en Estados Unidos.
Fue
precisamente en Estados Unidos, concretamente en Nueva York, donde en 1970
actuó exitosamente en el Washintong Square Park.
Foto www.imax.com |
Es
en aquellos primeros viajes a Nueva York donde Phillipe comienza a recabar
información sobre la construcción de la torres. Haría incluso varios viajes
expresamente para observar la edificación de las gemelas. Cruzar el vacío entre
ambas torres se convirtió en su máxima obsesión. Tanto es así que después de 6
largos años, decide que ha llegado el momento de alcanzar su meta.
Contando
con un reducido grupo de colaboradores, comienza a visitar asiduamente las
instalaciones del WTC (World Trade Center), familiarizándose con el personal de
seguridad, con los horarios de los empleados, y dejándose ver hasta llegar a
resultar familiar.
En
varias ocasiones se coló en las azoteas de las torres. Fue de ésta manera como
consiguió recabar los datos esenciales que necesitaba para abordar su
arriesgada travesía. Llegó incluso a falsificar tarjetas de identificación. En
alguna ocasión lograron detenerle interrogándole sobre su actividad. Salió al
paso diciendo que era trabajador de una empresa que estaba instalando vallas
electrificadas en las azoteas.
EN LAS TORRES GEMELAS Foto www.usatoday.com |
Cuando
había tomado todos los datos que necesitaba sobre la estructura y armazón de
las torres, planificó al detalle las medidas del contrapeso que utilizaría y el
grosor y peso del cable por el cual caminaría. Ésta tarea no fue nada fácil, ya
que aún tendría que calcular las oscilaciones que soportaría su cuerpo debido
al balanceo de las propias torres. Al final tomó la decisión. Caminaría sobre
un cable de 240 kg y cargaría con un contrapeso de 7,9248 mts y 27 kg.
Llevaba
6 largos años planificando al detalle aquella gran actuación. Se dedicó
plenamente a estudiar cada detalle no dejando nada al azar, para que tan solo,
su valentía, su tesón, y su locura pasión por el riesgo exacerbado hicieran el
resto.
El
día 7 de agosto de 1974 estaba todo dispuesto. El día anterior, una vez más
sorteando las medidas de seguridad del WTC, lograron subir hasta las escaleras
de la azotea de la torre sur el material necesario.
Foto vintage.es |
Eran
las 7:15 de la mañana. Phillipe Petit, de 24 años, estaba en su lugar soñado.
Casi podía tocar las nubes con los dedos. El viento no hizo acto de presencia,
y una calma perturbadora envolvía su cuerpo.
Con
un arco lanzaron una flecha con un sedal de torre a torre. De esta manera
pasaron el cable, para posteriormente calzarlo y asegurarlo con soportes y
vientos a la estructura.
“Es una línea recta. Que se enrolla sobre sí misma. Que
oscila. Que se comba. Que vibra. Que es hielo. Que está tensionada a tres
toneladas, lista para explotar. Para disolverse. Para disolverme. Para
tragarme. Para lanzarme silenciosamente al vacío encerrado entre las dos
torres. El cable espera.”
Con
las dos torres casi terminadas, aquella mañana, los viandantes rápidamente
comenzaron a ver cómo un hombre, caminaba sobre el cielo de Manhattan. La
muchedumbre que salía de las bocas del metro, se agolpaban en las aceras, y de
los vehículos se bajaban para contemplar el espectáculo maravilloso de Petit.
La policía y los servicios de vigilancia corrieron a detener al joven
funambulista. Pero era demasiado tarde.
“Éste es probablemente el final de mi vida, caminar por ese
cable. Y, por otra parte, algo a lo que no me podía resistir, ni haría ningún
esfuerzo por resistirme, ese cable me llama. Y la muerte está muy cercana.”
Phillipe
Petit caminaba a 417 metros sobre el suelo, elegantemente, parándose de vez en
cuando para saludar tranquilamente a la gente. Los guardias le arengan e
increpan para que vuelva a la azotea y se entregue. Es en ése momento cuando
Petit se acomoda recostándose sobre el cable y comienza a hablar con una
gaviota.
El
estupor de la gente es absoluto. No dan crédito a lo que ven. Creen que está
loco, que es un lunático, pero la belleza del espectáculo que Petit les regala
es demasiado potente para ser calificarlo de manera tan simple.
Foto www.fastcompany.com |
Durante
45 minutos caminó hasta 8 veces de un lado a otro de las torres, salvando una y
otra vez los 42,672 metros que las separaban. A cada regreso a las azoteas le
esperaban los policías, y Petit les regalaba una sonrisa para acto seguido dar
media vuelta y volver al vacío.
Y
todo concluyó. El mayor espectáculo artístico posible terminó. Al final alcanzó
Petit la azotea y fue tragado por los brazos de los agentes de policía. Lo
empujaron y esposaron mientras bajaban a la calle. Después declararía que fue
mayor su miedo en brazos de los agentes que sobre el propio alambre. Al llegar
a la calle, una multitud entusiasmada aplaudía y vitoreaba a Petit. Los medios
de comunicación intentaban sacar alguna palabra al joven que, tras la pregunta
de un periodista sobre el porqué de aquella locura, Petit respondió pausadamente;
“Cuando veo tres naranjas hago malabares, cuando veo
dos torres, las cruzo.”
ACOSTADO SOBRE EL CABLE |
Se
le imputó varios cargos de los que rápidamente fue absuelto, sobretodo por el
gran impacto mediático que logró. La gente sentía verdaderamente admiración por
Phillipe Petit. Y, como única sanción, se le impuso actuar para los niños en
Central Park sobre el lago Belvedere Tartle Pond. Lógicamente lo hizo
encantado.
Foto theguardian.com |
Su
arte espontáneo y lleno de belleza inundó las páginas de los periódicos. El
presidente del WTC, Guy F. Tozzoli, al que se le conoce como gato de 9 vidas
por salir ileso del 11 de septiembre dijo; “Phillipe
Petit planificó y ejecutó el crimen perfecto…y el mundo entero lo adoró por ello”.
Sobre
la vida de Petit se realizó un documental, Man on Wire, dirigido por James
Marsh y que acaparó todos los premios posibles. Ganó el premio del jurado y el
de audiencia en el festival de cine de Sundance 2008. Posteriormente en 2009
ganó el Bafta a la mejor película británica, el Independent Spirit Awards y el
Oscar como mejor documental de larga duración.
Petit
llegó a decir; “no necesito de la fama ni de la publicidad, y no dejaré que me
conviertan en millonario”.
CARTEL DE LA PELÍCULA MAN ON WIRE |
Cuando
entregaban el oscar al mejor documental, Petit corrió hacia el escenario junto
a James Marsh lleno de energía y con una sonrisa en su rostro. Mientras hablaba
al público ejecutó un truco de magia con una moneda, y cuando le cedieron el
Oscar, lo cogió y se lo puso en la barbilla para realizar equilibrios con la
estatuilla bajo la mirada de asombro de todos. Después se despidió agradeciendo
a la academia por haber creído en la magia.
El
siguiente presentador comentó alucinado; nada más que por esto que ha hecho, se
merece el premio.
EN LA ENTREGA DE LOS OSCAR |
El
arte tiene infinidad de formas y maneras de expresión.
Sobre
un cable de acero, Phillipe Petit caminó entre las nubes como quién pasea por
el salón de su casa. El arte no tiene fronteras ni alturas, el arte es un
germen que nace y se desarrolla en el interior del ser humano y clama salir y
ser entregado para disfrute del mundo.
"En breve se estrena The Walk, película dirigida por Robert Zemeckis, donde se narra la vida de Phillipe Petit, y el gran desafío que fue su vida caminando sobre un cable de acero sobre el vacío"
Aportes y Datos:
Texto de mi anterior blog Centinela del Sendero
Texto de mi anterior blog Centinela del Sendero
Comentarios
Hay que tener un don especial y mucho coraje para realizar tales hazañas.
ResponderEliminarBesos
Estos días se ha hablado mucho de el, la presentación de la película, es en 3D creo, lo lleva de viaje por el mundo. Abrazos
ResponderEliminarHola Jorge, desde luego que para hacer lo que hace este hombre los tiene que tener bien puestos:), me imagino que no sabe lo que es tener vertigo que si no..., es como bien dices al final, el arte es como un germen y el que lo tiene quiere desarrollarlo y compartirlo con el mundo como le ocurre a Petit, creo recordar haberlo visto en las noticias alguna vez de estas que ha echo algo y lo han detenido, no cabe duda que es una gran hazaña lo que hace, de nuevo gracias por compartir:)
ResponderEliminarBesos.
Pero que valentía , ufff.
ResponderEliminarUna pasada este señor.
El post para no variar, ma ra vi llo so.
Besitos
Joder si hay veces que pasas por un puentecillo y te dan vueltas los ojos como subirete a cuatrocientos metros a darte un paseito con un cacho de palo que no hay donde apoyar jajajaja
ResponderEliminarBueno amigos siento venir tan tarde pero es que me han mandado de vacaciones una semanita al hospital pero ya estoy de vuelta hasta el lunes que vaya a currar ejjeje cosas de la edad supongo
Pues ha sido un relato muy interesante la verdad es que se lo curro muy bien para poder subirse allí arriba sorteando las medidas de seguridad.
ah y el castigo que le pusieron me parece correcto jejejeje
un abrazooooooooooo y si no nos leemos feliz navida y prospero año nuevo
Sueños que se cumplen con voluntad, disciplina, esfuerzo, planificación, osadía, una meta por cumplir ¡GUE GRANDE¡
ResponderEliminarFantástico, Jorge Donato
Besos muchos y fuertes,
tRamos
Permíteme la confianza de utilizar tu blog para dejar el enlace de un evento que presentaré próximamente en Madrid a quien le interese Clic aquí
Si da miedo hasta ver las fotos, hay personas que nacen para sorprendernos y este señor es uno de ellos. Encantada de leerte amigo Jorge ¡¡¡Feliz Navidad!!! Un abrazo.
ResponderEliminar¡LAS IMÁGENES SON IMPRESIONANTES! ME ENTRA VÉRTIGO SÓLO CON VERLAS.
ResponderEliminarDIGNA ES DE ADMIRAR SU CONSTANCIA PARA LLEGAR A LO MÁS ALTO Y REALIZAR SUS SUEÑOS.
AGRADEZCO MUCHÍSIMO TU FELICITACIÓN, YO NO CUMPLO CON MENOS SI NO VENGO A DESEARTE UNA FELIZ NAVIDAD EN COMPAÑÍA DE TODOS LOS TUYOS.
CARIÑOS.
KASIOLES
¡¡¡ FELICES FIESTAS AMIGO!!! Siempre es un placer entrar a tu casa y pasearme por todas tus interesantes entradas. Gracias por tu amistad. Un abrazo.
ResponderEliminarMucho tiempo tuve miedo a las alturas y me lo fui quitando subiendo a los pisos más altos que conocía... es complicado pero no imposible. La historia de este hombre es fabulosa y creo que esta entrada es una pasada¡¡¡ Hay que luchar por nuestros ideales y no dejar que nada nos frene¡¡ felices fiestas y un abrazo enorme¡¡
ResponderEliminarEn el miedo y los imposibles también hay belleza, la de superarlos.
ResponderEliminarUn abrazo de luz y mis mejores deseos para este 16 por comenzar.
Impresionante la hazaña, el documental y la película.
ResponderEliminarEste mundo necesita demostraciones como esta y personas como Phillipe.
Gracias por hacernos sentir estas emociones.
Excelente entrada!!!!
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