- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
ENTRADA RECIENTE
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
J.J.D.R.
Ajenos a fronteras
humanas que pretenden subyugar la libertad de la tierra, unidos al sol por
milenios de abrasadoras andanzas y únicamente guiados por el viento que brama
antes de morir en brazos de las dunas; a lomo de camello y en largas hileras de
fugaces sombras chinescas, los Bororo, emergen tras las eternas arenas del
desierto como una gran alucinación en un mundo de silencio y fuego abrasador.
FESTIVAL GEREWOL DE LA TRIBU BOROBO Foto www.humanplanet.com |
Nómadas viajeros,
milenarios trashumantes del desierto más implacable del panteón de arenas de la
tierra, el pueblo Bororo pastorea sus rebaños en busca de los altos y frescos
pastos de la región de in Gall, donde las diferentes familias de su pueblo, se
unirán y enlazarán para festejar que, un año más, la vida les une y lo que fue
del pasado, su presente, y lo que habrá de venir en el inmediato futuro,
servirá para unir y entrelazar vínculos afectivos que perdurarán en el tiempo.
Foto www.bbc.com.uk |
Los Bororo o Wodaabe
son un pueblo cuya raíz étnica desciende del gran pueblo de pastores del Sahel,
los Fulani, cuyo origen se desconoce, siendo, con más de seis millones de
individuos, el pueblo nómada más grande del mundo.
Es septiembre y las
caravanas de camellos con su parsimonioso ritmo llegan al improvisado
campamento. En cuestión de días, el improvisado campamento se convierte en una
pequeña ciudad llena de jaimas de brillantes colores, pequeños rebaños de
cabras y bueyes y un sin fin de hogueras alrededor de las cuales cientos de
hombres ríen y conversan animosamente.
Estos pastores
trashumantes del desierto han llegado desde las tierras de Níger, los hay que
desde el norte de Nigeria, algunos otros han migrado desde el noroeste de
Camerún e incluso desde las lejanas tierras del oeste de la república Centroafricana.
Llegado septiembre,
finalizada la estación de lluvias, el pueblo Bororo al completo y en plena
harmonía, se unen para cantar, beber, llorar a los difuntos, brindar por los
futuros miembros, o por aquellos nuevos integrantes que vinieron al mundo, llevados
por el frenesí de las carreras de camellos, mientras celebran la festividad
anual conocida como “cura salada” o Worso.
Durante varios días,
siguiendo el ritual marcado por una antiquísima tradición, los hombres Bororo
dedicarán todos sus esfuerzos en demostrar que son los más bellos, los más esbeltos,
y los poseedores de la mejor y más blanca sonrisa, con el único propósito de
ser elegido como el hombre más hermoso de la tribu y amante o esposo por las
mujeres de la tribu.
Foto www.crazygallery.com |
En septiembre y bajo
el ardiente sol del Níger, como cada año desde tiempo inmemorial, el festival
Gerewol está a punto de comenzar.
Las hermanas de los
jóvenes Bororo, se esmeran en lavar y alisar el cabello de los hombres y,
mientras tanto, les realizan bellos dibujos en el pelo y les introducen
pequeñas bolsitas en el cabello a modo de talismán.
Foto www.yinka.com.ch |
Cuando el pelo está
perfecto, todos los hombres que participan en el festival Gerewol, se afanaran
en maquillar sus rostros de color amarillo y sus labios y ojos con kohl negro
que hará que resalte el blanco de sus ojos y dientes, y se pintan finas líneas
que parten desde la frente hasta la barbilla para hacer resaltar aún más la
finura de sus rostros. Muchos hombres, deciden afeitarse la cabeza para poder
así mostrar la tersura de sus frentes. Mientras se maquillan y peinan, ensayan
todo tipo de muecas peculiares muecas que servirán para atraer la atención de
las mujeres.
La sesión de
maquillaje puede durar horas, las cuales amenizan tomando cierto brebaje hecho
de hiervas y leche que, según cuentan, actúa como un eficaz elixir atrayente de
mujeres.
Foto www.kootation.com |
Cuando los
participantes están listos, son guiados por un maestro de ceremonias que suele
ser un miembro anciano de la tribu, el cual marcará las pautas del festival.
Es entonces cuando
los jóvenes comienzan una danza de bienvenida (Rummi) y, poco después,
continúan danzando para reclamar la atención de todos los linajes presentes en
la conocida como danza (Yakee).
Entre danzas
singulares cargadas de enorme simbolismo, carreras frenéticas de camellos y
suculentos banquetes donde no se cesa de beber y comer, el campamento de los
Bororo se convierte en un auténtico frenesí de formas y colores amenizados con
la rítmica puesta en escena de las danzas tradicionales.
En el trascurso de la
danza Yakee, los hombres ancianos de la tribu, pasean por entre la columna de
participantes instigándoles con burlas para que estos muestren toda su
capacidad de seducción. Con sus caras pintadas de amarillo y tocados con plumas
de avestruz, sólo los elegidos más bellos pasarán a la definitiva prueba final
denominada Gerewol, que bien podría ser la fase final de un concurso de
belleza.
Los participantes en
la danza Gerewol, unidos hombro con hombro en una larga columna frontal, agitan
sus cuerpos en una lenta y rítmica danza que puede durar varias horas, a la vez
que emiten un peculiar y característico chasquido con los dientes y giran sus
ojos de manera frenética. Cubren sus
cabezas con el tocado ceremonial adornado con pelos de caballo y visten túnicas
ceñidas de vivos colores que marcan sus gráciles siluetas cuyos pectorales aparecen
adornados con hermosos collares. Frente
a ellos, sin dejar de seguir ni un solo segundo las muecas y gestos que hacen
los hombres, un jurado compuesto por mujeres de la tribu, observan cada
movimiento buscando en su danza aquel
que posea el “togu “en su gesticulación facial, palabra que sirve para
describir la sonrisa más bella, los dientes más blancos y, en conjunto, la
seducción impregnada en un rostro que las incite a elegirlo como marido.
Foto www.humanplanet.com |
Suele ser al
atardecer, al precipitarse el sol sobre su morada de arena, cuando las mujeres
ejercen su derecho a elegir marido. Llegado el momento, la mujer se acerca al
afortunado danzante y, tras tocar su pecho suavemente con la palma de la mano, éste
deja de danzar y la acompaña a un lugar íntimo donde poder consumar la nueva
relación.
Los Bororo pueden
tener varias mujeres. De hecho, es muy habitual esta práctica y suele
diferenciarse entre el matrimonio convencional y el denominado “teegal” o matrimonios
de amor y romance que suele tener su inicio tras la celebración del Gerewol.
Así mismo, las mujeres de la tribu pueden cambiar de marido si este no las hace
felices, aunque para ello tendrán que dejar a sus hijos.
El festival Gerewol
representa un hermoso y atrayente espectáculo cultural de gran colorido y sensual
belleza. Los Bororo se consideran a sí mismos como el pueblo más bello del
mundo y toda su vida gira en torno a la belleza del cuerpo.
Cuerpos espigados,
altos, de manos grandes y suaves, de espaldas tersas y hombros esbeltos, de
grandes ojos y dientes blancos y perfectos, de largos y cuidados cabellos y
barbillas puntiagudas bajo pómulos redondos, de tersos pectorales y finos
brazos, de amplias frentes y cuello largo.
Sobre las ardientes
arenas del Sahel, en el preciso lugar donde se tumbaron los perros a descansar después
del interminable viaje, allí donde el viejo zahorí sintió la fuerza del agua
para poco después poder paladear su frescor, el campamento de los Bororo
comienza a dormitar llegada de la noche.
Foto www.guinguinbali.com |
Ahora el silencio se
apodera del mundo cercano y el campamento de los centinelas del desierto, se
sumerge en un profundo sueño, a la espera de que con el nuevo amanecer, regrese
una nueva jornada del más antiguo y curioso festival de belleza del mundo.
Aportes y Datos:
Texto de mi anterior blog Centinela del Sendero
Comentarios
Obviamente los cánones de belleza son muy distintos!
ResponderEliminar=)
Gracias no solo por la información sino también las imágenes
ResponderEliminarSaludos