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J.J.D.R.
Bustos de piel
adormecidos por el silencio cuelgan por doquier de las paredes de la estancia,
como en una sala de trofeos taurinos o la colección privada de un taxidermista.
Bustos que parecen
querer salir de su prisión de cal, retorcidos sobre sí mismos, tratan de
alcanzar con la expresividad de sus ojos cristalinos el alma del que observa
con detalle su fisonomía desgarrada pendiendo de las paredes.
ESCULTURA DE JOSEPH SEIGENTHALER Foto en.wikipedia.org |
Joseph Seigenthaler
es el autor del hiperrealismo que cuelga en las paredes del museo.
Nació en Nashville,
Tennessee (EE.UU.) en 1959 y lleva más de dos décadas esculpiendo figuras, y
haciéndolas caminar entre la credulidad y el desconcierto que origina en el
espectador el hiperrealismo más absoluto.
Comenzó muy joven
realizando esculturas de cera y pronto su detallada técnica y el buen uso de
los materiales modernos le han puesto en el disparadero de los más cotizados y
afamados artistas hiperrealista del momento.
Foto www.pinterest.com |
Su estudio,
tachonado de resinas, óleos, acrílicos, siliconas, ceras y telares para vestir
a sus creaciones, encubre toda una sociedad de seres amputados de vida pero tan
reales en apariencia, que miedo me daría quedarme en una habitación a oscuras y
solo ante ellos.
Como casi la mayoría
de los artistas que disfrutan creando esculturas hiperrealista, el objetivo es
alcanzar el mayor realismo posible y, sobretodo, provocar en el espectador todo
tipo de sensaciones raras y controvertidas.
Joseph Seigenthaler
consigue de sobra captar la atención con sus obras, sobretodo con los Noggins,
bustos que reflejan con increíble detalle hasta los poros de la piel por los
que transpirarían sus obras si cobrasen vida.
Junto a su esposa y
sus tres hijas, trabaja y reside en la actualidad en Chicago (EE.UU.), donde
además tiene de la mano de Carl Hammer Gallery, una de sus colecciones
permanentes.
Inmersos en un mar
de siliconas y vidriosos ojos que fijamente miran hacia el vacío, todo un mundo
de brujas, zombis, mutantes y pequeños duendecillos del bosque, aparece entre
pinceles, paletas, acrílicos, y toda clase de utensilios de atrezo.
Mecido por la
corriente de fantasía que destilan sus creaciones, Thomas Kuebler tiñe y
perfora formas y colores bajo el telón que cubre su bizarro mundo de personajes
diabólicos y frikis figurillas de silicona.
Thomas Kuebler
nació en Cleveland, Ohio (EE.UU.) en 1960. A muy temprana edad, comenzó a perfilarse
como un inquieto y hábil artista, que esculpía figuras de barro y se divertía
arreglando todo tipo de juguetes mecánicos.
Foto www.thomaskuebler.com |
Después de terminar
sus estudios en Kent, trabajó como diseñador de juguetes para la empresa Americam
Greeting durante dos décadas y media, diseñando prototipos de
juguetes, pero sin descuidar en ningún momento su gran pasión, crear un sin fin
de personajes fantásticos que eran exhibidos en diferentes galerías y
certámenes.
THOMAS KUEBLER CON UNA DE SUS CREACIONES |
Pasado un tiempo
Thomas decide realizar su sueño y dedicarse a ser escultor de lo bizarro, como
él mismo se denomina, y de manera independiente, vende esculturas a museos,
empresas y colecciones privadas, que demandan sus cotizados trabajos en todo el
mundo.
Su técnica es muy
depurada y el realismo de sus personajes monstruoso, ya que su obra está
compuesta de los más variados y extraños personajes del panteón mágico de los
cuentos infantiles.
Foto escalofrio.com |
Para llegar a la
perfección soñada, Thomas Kuebler ha seguido los consejos de expertos antropólogos
para crear monstruosos cráneos y fisonomías imposibles.
Cuerpos de silicona
vestidos con telas, ojos de cristal que parecen mirar en el interior de la
mente del observador, cabellos sedosos y dientes amarillentos, siluetas obesas
y ancianos arrugados hasta un extremo imposible, hacen que la obra de Kuebler
no deje a nadie indiferente, y sus Trolls maléficos y sus duendes cejudos,
lleguen a dar la sensación de querer salir en cualquier momento.
Foto www.desingswan.com |
Joseph Seigenthaler
y Thomas Kuebler son dos grandes exponentes del increíble arte escultórico y
figurativo denominado hiperrealismo que tantos adeptos tiene en el mundo,
sobretodo a través del apoyo que reciben desde las redes sociales y los medios
de comunicación en Internet.
Ante cualquiera de
las obras de estos extraordinarios artistas, la ficción parece ganarle terreno
a la realidad, y cualquier personaje salido de la mente de estos hombres,
asusta por el frío y perfecto reflejo que proyectan en un espejo.
Aportes y Datos:
Texto de mi anterior blog Centinela del Sendero
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Comentarios
IMPRESIONANTE!
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