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J.J.D.R.
Una densa nube de color indescriptible
cubre el inmenso cráter. Ardientes fumarolas de azufre y corrosivos ácidos
desgarran con sus caricias infernales la piel de la montaña. Gran cantidad de
ése gas mortífero asciende por la empinada ladera en una columna de humo
gigantesca que, tras ser expulsada por la matriz de Gaia, se funde en un
éxtasis explosivo iluminando la tórrida noche de un color azul enigmático e
intenso. Un estrecho sendero de parda tierra y amarillenta piedra asciende
desde la base del volcán hasta la meseta zigzagueando por la pared como la sierpe que huye del
sofocante infierno. Sin apenas protección ante los tóxicos vapores y el calor
sofocante, algunos hombres recorren el sendero cargando sobre sus espaldas
enormes bloques de azufre mientras hunden sus pies bajo varios palmos de ceniza
y respiran muerte a cada paso, restando segundos de vida en cada jornada de
trabajo en busca del azufre que, una vez vendido en grandes bloques, reportará
lo suficiente para proporcionar comida un día más a su familia.
Foto www.nationalgeographic.es
El cráter de 2.386 metros del volcán Kawah Ijen de la isla Indonesia de Java es un fantástico espectáculo de belleza natural con su lago interior de aguas turquesas y la lava azul que mana de la piedra, pero a su vez es el trágico reflejo de cómo a través de la codicia y la desesperación humana, un paraje tan brusco y primario puede ser el escenario terrorífico en donde un buen número de hombres se juegan la vida a diario. Se dice que el azufre extraído en la gran caldera de este volcán es de primera calidad, pero apenas aporta unas cuantas monedas a estos sacrificados mineros indonesios que en jornadas interminables ponen en juego su vida en condiciones infrahumanas.
El azufre extraído del cráter del volcán Kawah Ijen es muy codiciado a nivel mundial en industrias químicas y alimentarias. Para poder alcanzarlo, estos hombres bajan hasta la orilla del lago que hay en la base del cráter en largas jornadas que comienzan a las 3 de la mañana. El volcán Kawah sigue activo. Duerme bajo u turbio sueño de reposo. Pero su corazón de mortífera lava late con fuerza, como lo hacen los 143 volcanes de un total de 400 que siguen activos y que conforman el cinturón de fuego del Pacífico, algo así como el cordón umbilical que une el útero profundo de Gaia con el universo celeste del archipiélago indonesio con sus más de 17.000 islas.
Desde 1967 la explotación de la mina de azufre está bajo el control de la empresa PT Candi Ngrimbi quien explota, y de qué manera, a estos mineros. La empresa les paga unas 662 rupias por cada kilo de azufre. Esto corresponde a unos cinco céntimos de euro. La oficina empresarial, venderá el kilo en el mercado a 10.000 rupias, unos 83 céntimos de euro. Los mineros realizan su trabajo sin ningún medio de protección contra los gases corrosivos. Muchos son los que tan sólo se protegen boca y nariz con simples pañuelos.
Algunos afortunados han conseguido comprar de su bolsillo
gafas para proteger sus ojos del ácido sulfúrico y clorhídrico y llevan máscaras
antigás. No son muchos. Pero son muy afortunados, ya que la mayoría morirá
joven y de manera trágica al contraer alguna enfermedad respiratoria mortal o
sufrirán secuelas terribles como problemas graves de espalda, artrosis, pérdida
de visión y gran parte de la dentadura, y terminarán sus días atrapados en envejecidos
cuerpos donde ni tan siquiera el espíritu de supervivencia logra escapar de tan
siniestra manera de ganarse la vida.
A martillazos golpean la veta de azufre hasta desprender bloques que en ocasiones superan en peso el del propio minero, para después transportarlo en rudimentarias cestas de bambú que portan sobre sus desgarrados hombros, ascendiendo la ladera por el pedregoso sendero durante los 200 metros que separan la orilla del lago de la cima del volcán, y luego tres kilómetros hasta la oficina de la empresa minera. Un solo viaje sería un tormento para cualquier humano.
Pero estos hombres, para subsistir,
realizan hasta tres viajes por jornada, para que grandes empresas se lucren de ellos
mientras desempeñan el trabajo más duro del mundo, muriendo en vida cada día que
bajan hasta la orilla del lago azul para que podamos tener cerillas, dinamita,
fuegos artificiales o productos para el blanqueo del azúcar… el oro blanco de
la industria alimentaria.
No es posible reprimir un sentimiento de dolor y rabia por cómo malviven estos hombres. La dureza de su día a día, en pleno contraste con la belleza intrínseca y ruda de un paraje que pese a su anatomía de gigante durmiente, esconde toda la fuerza contenida que produce un estratovolcán, y la belleza enigmática de contemplar un enorme lago de lava azul dentro de su cráter.
Cuántas veces, a diario, y sobre todo bajo la luz de la luna, estos
mineros habrán podido observar el extraño fenómeno de la lava de color azul que
mana del volcán Kawah Ijen. Y qué diferente percepción de tal fenómeno no
tendrían si no fuera porque el trayecto que les lleva a diario por esos
senderos, está marcado por un sufrimiento tremendo que no les permite ser conscientes
de tan maravilloso espectáculo natural. El azufre fundido a más de 500 grados
resplandece bajo el efecto de la combustión al entrar en erupción, y los gases
resultantes al entrar en contacto con el aire, hacen que el agua y la lava del
lago aparezcan de un color azul intenso que en noches luminosas parece
resplandecer bajo su intenso e hipnótico color azul eléctrico.
Pese a su indiscutible belleza, el
insólito paraje del cráter y el lago de lava azul del volcán Kawah Ijen, posiblemente
sea uno de los lugares más extremos y peligrosos del mundo. Se calcula que dentro
de la caldera hay cerca de 36 millones de metros cúbicos de ácido sulfúrico y
clorhídrico. Toda una bomba de relojería. La puerta de entrada a un infierno
terrenal que diariamente cruzan hombres que arriesgan su vida sin apenas
recursos para ganarse el derecho de poder llevar a sus familias un plato de
comida. Quizá para ellos, el verdadero infierno no esté en el cráter del
volcán, sino más bien en los senderos que lo recorren, donde más de uno ha
perdido la vida, sino en las penurias que su desalentadora vida les reporta
cada día.
Es inquietante y a la vez maravilloso
contemplar la belleza que esconde Gaia en su sala de máquinas. Es en estos
volcanes activos, en donde podemos apreciar las tripas de nuestro planeta, y
percibir la enormidad de su fuerza y lo insignificantes que somos frente a su
poder destructivo. Pero incluso, en el retorcimiento arcaico de su primitivo
estómago, Gaia ilumina bajo un hechizo de luz su fétido aliento de gases
mortales, cautivándonos con un poder infinito.
Aportes y Datos:
National Geographic
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/grandes-reportajes/fuego-azul-2_8195
El Confidencial
https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-03-05/kawah-ijen-volcan-indonesia-lava-azul_2481408/
ABC
La Vanguardia
CURIOSIDADES
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Comentarios
Qué terrible! Nada tan doloroso como la explotación del hombre x el hombre. Un abrazo
ResponderEliminarVerdad amiga...y creo que es algo que por nuestra propia identidad como especie no dejaremos de hacer nunca. Siempre habrá alguien capaz de hacer cualquier cosa a cambio de su beneficio...incluso explotar hasta la saciedad a otro ser humano.
Eliminarun abrazo.
Maravillosa tu entrada las letras la nostalgia
ResponderEliminarel arte de cada foto tus espacios en la mete todo me ha encantado
un abrazo
Me alegra que te gustase amiga...gracias por venir y dejar tu huella.
EliminarUn abrazo.
Eres un romántico del arte y so te hace bello
EliminarHay trabajos que se pagan con salarios de miseria, al tiempo que se cobran la vida misma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es amigo, creo que esto más parece esclavitud que trabajo...
EliminarUn abrazo.
Hola Jorge, hace unos años también hice una entrada hablando de este fenómeno, pero ni punto de comparación a como lo explicas tu de bien:), magnifico reportaje querido amigo.
ResponderEliminarBessos.
Qué bueno querida amiga que hayamos coincidido en el tema...eso es que nos llama la atención los mismos temas. Seguro que tus letras fueron geniales...besos.
EliminarQué valentía de hombres, trabajar en un lugar peligroso y por bajo costo, es injusta la vida. No conocía esta historia, gracias por mostrarla. Saludos desde El Blog de Boris Estebitan.
ResponderEliminarUna realidad difícil de discernir en pleno siglo XXI. Un paraje de belleza extrema y un trabajo extremo para poder sobrevivir.
EliminarUn saludo y muchas gracias por venir y pasear por este sendero de historias.
Wowwww mira tu la explotación
ResponderEliminarsiempre para sacar provecho
ellos, ademas de que es un trabajo
peligroso que tal vez no se compara,
al peligro que se exponen, un gusto
visitar tu blog.
Besitos dulces
Siby
Creo que el ser humano nunca dejará de ser el peor enemigo de su propia especie. Si algo hará que termine extinguiéndose nuestra especie será precisamente por el enorme egoísmo que reside en muchas almas humanas y el poco valor que muchos dan a la vida de los demás.
EliminarMuchas gracias por tú visita y comentario.
Un abrazo.
Una entrada muy bien explicada y ya sabemos un poco más como el hombre por unas rupias para alimentar a su familia trabajan en un lugar tan arriesgado pasa su vida. Lo peor es que hay otros hombres que los explotan. Es una pena. Un
ResponderEliminarabrazo.
Muchas gracias por tus atentas palabras.
EliminarUn abrazo.
Me has fascinado en esta madrugada temprana
ResponderEliminardonde el calor entra por la ventana
y dan ganas de amar....
Me alegra que te gustase el artículo...un abrazo.
EliminarDios mío! Me entero... ¿De dónde sacas cosas tan ocultas?
ResponderEliminar---
En otro orden: Felicitaciones, porque hoy 23 de agosto, se cumple un año más de esta "olvidada" y "obsoleta" red social blogger, que comenzó en 1999.
La red es un océano repleto de información y aventura documental...hay millones de senderos con curiosidades y cosas insólitas por descubrir. Yo tan sólo soy capaz de rascar en la superficie...pero me alegra que las historias te gusten.
EliminarEste es mi segundo blog. Y llevo publicando más de 10 años. No sabía que hoy cumplía bloguer años, pero me alegra saber que seguimos montados en este barco que aunque obsoleto como dices, es una pequeña ventana por la cual podemos intercambiar sentimientos y sueños.
Un abrazo amigo Alí.
Si bien cuando llegamos a tu espacio las imágenes por supuesto impactan por su belleza( eso es indiscutible) en esta entrada, cuando uno se detiene a leer es inevitable sentir un escalofrío ...pensar en esos niños y en toda esa gente que no tiene una opcion ...sin salida...sin posibilidades de progreso ni de una vida diferentes,,,solo "subsisten" a la espera de su propia muerte...y nosotros somos responsables... Muy muy triste lo que somos capaces de hacer los llamados "humanos!"... Un abrazo
ResponderEliminarY qué razón tienen tus palabras. Mucha tecnología, mucho progreso, pero aún hay muchos lugares en el mundo donde la esclavitud sigue existiendo y el ser humano no es más que un objeto que puede ser sacrificado sin remordimiento por unos míseros centavos.
EliminarMil gracias por tu visita y tu huella amiga en este sendero de historias. Siempre serás bienvenida.
Un abrazo.