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LAS AGUJAS DE CLEOPATRA

J.J.D.R.
Las agujas de Cleopatra son vestigios de un esplendoroso pasado. Pareja de obeliscos del antiguo Egipto, hoy día se yerguen sobrias y altivas muy lejos de su lugar de origen, tratando en vano de alcanzar la panza de las nubes con sus puntiagudos vórtices en un loco intento de agarrarse a su núcleo vaporoso y escapar hacia las áridas planicies egipcias que les dio su carácter victorioso tallado en rojo granito en las canteras de Asuán.

OBELISCO INACABADO DE ASUÁN
En muchas ciudades del mundo se pueden contemplar obeliscos egipcios. Para ser más exactos, se puede decir que son más los que se encuentran hoy día fuera de Egipto que los que se conservan en tierras faraónicas. Y es que estas grandes y afiladas esculturas, fueron entregadas por los diferentes gobiernos egipcios como regalos a países amigos que en algún momento colaboraron con Egipto, o en el caso de algunos otros, como los que se hallan en Italia, fueron directamente sustraídos por los antiguos emperadores romanos y llevados hasta la península itálica como ornamentos decorativos para sus palacios y plazas.

EMPERADOR TUTMOSIS III Foto en.wikipedia.org
El gran faraón Tutmosis III, para conmemorar y honrar su plena renovación de energía y poder en la más famosa de las festividades faraónicas denominada Heb Sed, ordenó la construcción de una pareja de obeliscos en el año 1468 a.C. para que fuesen erigidas en la ciudad del sol o Heliópolis. Para su construcción, se usó el espléndido granito rojo extraído de las canteras de Asuán, próximas a la primera catarata del Nilo. Tiempo después, sería el gran y mítico faraón Ramsés II, posiblemente el que más contribuyó con sus monumentos y templos al esplendor faraónico, quién quiso dejar constancia de su paso mortal por este mundo haciendo tallar entre los muchos jeroglíficos que decoran los obeliscos un cartucho en el que se puede leer su nombre. 

Foto www.forojovenes.com
Las agujas, transliteración del griego Obelisko, fueron finalmente trasladadas hasta Alejandría por César Augusto y depositadas en el Caesarium. Mucho tiempo después fueron redescubiertas para la arqueología. Fueron rescatadas de un espeso sepulcro de arena que las mantuvo prácticamente intactas y bien conservadas, lo que fue una grata sorpresa al poder visualizar un pedazo de la historia antigua egipcia con todo lujo de detalles.

UNA DE LAS AGUJAS EN ALEJANDRÍA Foto www.globedia.com
La pareja de obeliscos fueron separados en momentos históricos dispares y llevadas a lugares muy distantes. Uno fue a parar a Londres. El otro terminó erigido en Central Park, y ambos terminaron en ubicaciones donde son visibles para miles de personas a diario. Pero su traslado hasta estas dos grandes ciudades fue bien distinto en cada caso teniendo que lamentar incluso la pérdida de vidas humanas.

Foto www.globedia.com
Ante una apasionada y curiosa avalancha de neoyorkinos que superaban las diez mil personas, el día 22 de enero de 1881 fue levantado el obelisco egipcio ante loor de multitudes. Fue un regalo del Khedive Ismail de Egipto al pueblo norteamericano realizado en el año 1869 por la colaboración de E.E.U.U en el canal de Suez. El obelisco pesaba 193 toneladas, tan sólo el pedestal eran 50 toneladas, y 21,5 metros de largo. 

OBELISCO CENTRAL PARK Foto www.travelers.es
Llegó a la estación de Quarantine en Nueva York el 20 de julio de 1880 bajo la atenta supervisión del comandante Henry Gorridge, quien fue el responsable de su traslado desde Egipto. Primero se trasladó el enorme pedestal, para cuya faena fue necesaria la inestimable ayuda de un tiro de 32 caballos. Posteriormente, una vez el pedestal estuvo ubicado correctamente y se hubo dejado en su interior varios objetos a modo de recordatorio como medallas conmemorativas, se procedió a efectuar el recorrido desde Manhattan hasta Graywacke knoll en Central Park del obelisco en sí. Su traslado llevó 112 días, periodo en el que las calles de la ciudad se convirtieron en un escenario por el cual transitaba despacio el inmenso y pétreo gigante que avanzaba a razón de 30 metros al día eludiendo milimétricamente las esquinas en cada tramo del trayecto.

Foto www.egiptoforo.com
Hoy día se puede contemplar su afilado perfil posado frente al horizonte cercano del famoso parque neoyorquino, aunque su verdadero lugar eterno, por siempre estará ligado íntimamente a las planicies de arenas cálidas del país del Nilo.
Su gemela aguja, su simétrico obelisco hermano, no corrió con tanta suerte en su traslado hacia tierras londinenses.

Foto www.matylda.me
Obsequio de Mehmet Alí a la reina Victoria en 1819 como agradecimiento por las victorias de Horatio Nelson en la batalla de Abukir contra la flota de Napoleón Bonaparte, así como la participación del escocés Sir Ralhls Abercromby en la batalla de Alejandría en 1801, la segunda aguja de Cleopatra estuvo en suelo egipcio un largo periodo debido a la falta de apoyo financiero e interés del gobierno británico en sufragar los costes del traslado a Londres. Fue en el año 1877 cuando el afamado cirujano y dermatólogo británico Erasmus Wilson decidió financiar el faraónico traslado. Para preservar el precioso monumento hubo de construirse un enorme cofre contenedor metálico a medida del obelisco y al que se bautizó como Cleopatra. 

CONSTRUCCIÓN DEL COFRE CLEOPATRA (ALEJANDRÍA) Foto www.tectonicablog.com
Al frente del traslado se designó la autoridad y supervisión de John Dixon.
Cleopatra, con sus grandes dimensiones, fue amarrado al Olga, un enorme vapor remolcador que se encargaría de guiar el Obelisco hasta las islas británicas. En el punto en el que atravesaban la costa vizcaína, una horrible tormenta rompió los potentes cables de amarre dejando a merced de las gigantescas olas el enorme contenedor que cubría el obelisco. La operación de traslado parecía llegar a su fin, y el contenedor Cleopatra que recibía la furia del mar, en varias ocasiones estuvo a punto de precipitarse hacia las profundidades. Desde la cubierta del vapor Olga se dan instrucciones para que una pequeña embarcación y seis hombres se aproximen hasta Cleopatra y llevar a cabo un nuevo amarre. En aquel momento se consumó la tragedia. Los seis hombres, incapacitados por la tormenta para llevar a cabo su cometido, sucumbieron ante el poder del mar y la fuerza de la tormenta.


Finalmente se consiguió llevar al Cleopatra hasta el puerto del Ferrol, donde se hicieron las reparaciones oportunas antes de emprender la ruta de nuevo hasta Londres. Tras llegar a la capital británica, rápidamente se percataron que el obelisco no podría lucir ni en la abadía de Westminster ni en el museo británico, lugares que fueron la primera opción para ubicarlo, debido a la dificultad de maniobras que exigía maniobrar entre las estrechas calles de la ciudad. Finalmente, se decidió colocarlo en el embarcadero Victoria, a orillas del Támesis. 

LLEGADA A LONDRES Foto www.thames.me.uk
Finalmente, antes de ser izado, como se hizo con el pedestal de su obelisco hermano de Nueva York, se colocaron en su base diferentes objetos, aunque en este caso fueron tan originales como para guardar una guía de teléfono de Londres, una pipa de tabaco, un gato hidráulico, planos del traslado, juguetes e incluso una colección de fotos de bellas mujeres.

OBELISCO DE LONDRES Foto www.bloghistoriadelarte.com
El obelisco de Londres sufrió de manera latente el 4 de septiembre de 1917 los bombardeos enemigos en la primera guerra mundial, pudiéndose contemplar hoy día los quebrantos de la piedra. En el año 2005 se restauró el entorno del obelisco, pero se decidió dejar intacta la base y las huellas de la metralla recibida por las bombas alemanas.
Foto www.panoramio.com
Piedras elevadas sobre ciudades modernas. Claro está que ahora permanecen mudas, apagadas bajo el influjo de grandes urbes, diluidas entre el fragor del hormigón y el cemento armado, entre el gentío desinteresado y la humareda tecnológica. Piedras que un día cobraron vida propia, convirtiéndose en el altavoz a través del cual los grandes faraones de Egipto promulgaron sus gestas y pintaron en sus enigmáticos jeroglíficos la gloria de su pasado, la necesidad latente del presente y su inmortal futuro.

Aportes y Datos:
Egipto.com
http://www.egipto.com/obeliscos/londres.html
http://www.egipto.com/obeliscos/newyork.html
Blog Historia del arte
http://bloghistoriadelarte.com/2012/10/12/la-aguja-de-cleopatra-londres-cleopatras-needle-london/
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Agujas_de_Cleopatra












Comentarios

  1. Qué bella entrada... piedras mudas sobre tierras que no son las suyas. Cuánto vivido y cuánto habrán visto pasar ante ellas a lo largo de los siglos¡¡¡ me encantan todas y cada una de las entradas que compartes¡¡¡ gracias¡¡¡

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    1. Así es amigo, su mudez trasladada lejos de su tierra, donde aunque quisieran hablar, nadie podría entenderlas.
      Agradezco mucho tus palabras, un placer tenerte aquí.
      Un abrazo.

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  2. La verdad es que es una pena que estas agujas ( obeliscos) hayan quedado en lugares donde apenas se aprecia su valor como sucede en las grandes urbes , donde pocos se detienen a observar detenidamente estos Monumentos que tienen tanta historia y un gran pasado . No conocía la historia del traslado de los dos Obeliscos y fueron bastante peliagudas y aún más la del que se llevó a Londres , un viaje que parecía no acabarse nunca y en el que murieron varias personas . Yo creo que deberían haberse quedado en su País de origen y lucir allí , cerca del Nilo . Para mi , los Egipcios fueron seres extraordinarios y muy avanzados con unos conocimientos de Matemáticas, Geometría etc tan avanzados que no creo que les guste ver sus dos Obesliscos tan lejos y tan poco valorados , pero ... así es la vida .
    Gracias Jorge por aportarnos una vez tantos conocimientos ! Un abrazo grande

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    1. Posiblemente la trayectoria de esta civilización se verá siempre envuelta en un halo de misterio. Pues nadie entiende que adquirieran conocimientos tan exactos cuando en el resto del mundo apenas se comenzaba a caminar. De la evolución gigantesca de una civilización extraordinaria, se pasó a una involución inexplicable, aunque teorías para explicarlo halla muchas y a mí ninguna me complazca.
      Creo que es de justa naturaleza, la devolución de los restos arqueológicos a sus lugares de origen, ya que en otros lugares su fundamento no tiene sentido.
      Abrazos amiga.

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  3. No sabia mucho su historia pero gracias a ti he podido viajar en el tiempo.
    Besos.

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    1. El agradecido soy yo por tenerte caninado por este sendero.
      Un abrazo.

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  4. Gracias Jorge! por esta informacion que nos aportas y que nos enriquece.
    Un cariñoso saludo

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    1. Gracias a ti por venir y pasear por este sendero de historias y curiosidades.
      Un abrazo.

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  5. Hola Jorge, pues si que son esplendoroso, yo conozco el de Paris, y los que hay en Egipto él en templo de karnak, y desde luego que el de Asuán asusta al verle allí tendido y sin saber cómo se hacían y después como los levantaban. Hatshepsut, hija de Tutmosis I, fue quien mando hacer dos enormes obeliscos para regalárselos a su padre, estos son los que están en Karnak y que tuve el placer de verlos allí mismo, son preciosos y enormes, llegando a medir mas de 24 metros de altura, son una pasada. Gracias por compartir. Un abrazo.

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    1. Sanamente envidio mucho que hayas tenido la fortuna de ver in situ las maravillas de Egipto. Me muero de ganas de conocerlo y espero poder algún día visitar tan maravilloso escenario de nuestra historia humana.
      Te envío un fuerte abrazo amiga.

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  6. UN ARTICULO QUE INSTRUYE. GRACIAS POR COMPARTIR.
    UN ABRAZO

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  7. ¡Me he quedado de piedra!, es broma :) sinceramente no conocía ni las agujas ni las historias y quede atrapada en el relato. Si las piedras hablaran... aunque pienso que si esas tienen jeroglíficos seguro pueden hablar.
    Un saludo afectuoso

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    1. Si las piedras hablaran, en unos minutos las carreteras y mares se llenaría de monumentos históricos locos por volver a sus tierras de origen en medio de un griterío ensordecedor. Es apasionante ver una obra original en nuestro entorno, pues es posible que en muchos casos de otra manera nunca las podríamos ver, pero en ciertos casos hay monumentos que no tienen sentido fuera de su lugar de origen.
      Un abrazo.

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  8. ufffff vaya travesia la que hicieron a Londres, se me estaban poniendo los pelos de punta solo de pensarlo jejejeje
    La verdad es que aunque seguro que fueron unos tiranos, es gracias a ellos y al esfuerzo de la gente que podemos disfrutar de su contemplacion aunque quiza su sitio no fuera precisamente donde estan.
    Un precioso y preciso relato querido amigo
    unos abrazotesssssssssssssssss

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    1. Quizás haya que tener en cuanta las maldiciones faraónicas, han sido muchos los que han sucumbido tras intentar hacerse con piezas egipcias.
      Afortunadamente el obelisco no se hundió, pero costó la vida de ses personas llevarlo tan lejos de su tierra.
      Un abrazo amigo.

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  9. Me encanta tu entrada Jorge, y la forma en que la haces, la cultura egipcia para mi es fascinante y todo lo que tenga que ver con ella, con ese toque entre lo real y lo místico, lo sagrado y lo pagano.
    Mientras leía la tragedia en la travesía en la aguja que se destinaba a Londres, recordé cuántos no habrán pensado en las muchas maldiciones que han pasado a las leyendas de ese pueblo al encontrar restos arqueológicos de su civilización.

    De principio a fin me ha gustado, pero el cierre de tu entrada es de lujo, de verdad.

    Un gran abrazo y nuevamente gracias, amigo, muchas gracias por tus entregas y un lindo fin de semana

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    1. Creer o no creer en maldiciones es indiferente, lo que sí sé, es que hay muchos que murieron tras haber estado en contacto directo con piezas egipcias o restos funerarios. Casualidad o causalidad, quién sabe...estos egipcios sabían demasiado, y como bien comentas, su mundo giraba entorno a la realizad de lo místico y lo sagrado.
      Un abrazo amiga.

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  10. Cuanto trabajo te has tomado esta vez , bueno como muchas otras, sabes que? el de Londres si he podido verlo e impresiona y quedas largo tiempo mirando y percibiendo, la admiración es profunda y la mente vuela en el tiempo

    Besos muy fuertes,


    tRamos

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    1. Una entrada magnífica , saludos.Amatista

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    2. Para mí es un placer curiosear y tratar de contar con mis básicos argumentos literarios lo que me gusta y apasiona amiga, siempre aprendo mucho cuando busco y redacto estas historias.
      Un fuerte abrazo.

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    3. Muchas gracias amiga Amatista por tus palabras.
      Un abrazo.

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  11. Hola Jorge, cuanto daño podemos hacer los humanos siempre con la manía de sacar obras de arte y parte de la historia de un país para llevarlo a otro que seguramente no saben apreciar el valor que puedan tener ni la historia que contenga, no había oído nunca lo de la agujas de Cleopatra y la verdad que es una historia impresionante mas aun la travesía hacia Londres, para mi que fue la furia de los dioses haciéndoles pagar el daño que estaban cometiendo, pero si es una pena que siendo lo bonitos que son los saquen del sitio que les pertenece estar.
    Cuando estuve en París vi los obeliscos que allí tienen y son una preciosidad, gracias amigo por enseñarnos una vez mas algo nuevo para nosotros:)

    Besos.

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    1. Imagínate querida amiga, que cambio pegaría el Partenón de Grecia si se pusieran de acuerdo y llevaran todas las obras expoliadas de allí, así como el mismo Egipto, el propio Louvre tendría que cerrar sus puertas por falta de piezas. Entiendo que es una utopía que todo vuelva a su lugar de origen, porque incluso creo que en muchos museos están mejor, pero un obelisco es algo excepcional, que ningún sentido tiene fuera de Egipto. Recuero el templo de Debod aquí en Madríd, y su sala hipostila, donde la función principal en su lugar de origen era que el sol iluminara en cierto momento la tríada de dioses que la componen. Cuando se llevó a cabo de traslado a Madrid, por un error de cálculo irreparable, el sol nunca ilumina la estancia, siendo esto el verdadero sentido del templo. Por razones como estas, creo que el arte cobra sentido allá donde se creó.
      Un abrazo amiga.

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