- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
ENTRADA RECIENTE
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
J.J.D.R.
En una
antigua villa cerca de Florencia, una colosal escultura emerge frente al
estanque como un gris y pétreo centinela, guardián del silencio, de los ecos y
recuerdos de una ya lejana época de festejos, mucho glamur y susurros de
enamorados. De estos susurros sabe mucho el Coloso de los Apeninos, nombre que
recibe la escultura objeto de este relato, pues nació de un capricho de la
enamorada amante de Francisco I de Medici Bianca Cappelo y cuyo deseo fue
embellecer y transformar los jardines del Parco di Mediceo Pratolino.
El Coloso de los Apeninos Foto lasesculturas.com
Francisco I,
enamorado de las artes, la simbología y las ciencias esotéricas, realizó el
encargo a Bernardo Buontalenti, arquitecto, escultor y pintor que fue discípulo
de Vasari, y uno de los mejores artistas que dio la Toscana. El proyecto
comprendía la construcción de numerosas esculturas, estancias y senderos que
concurrían en cuevas abovedadas, todo ello alrededor de la pieza clave y
central del proyecto, una enorme figura en piedra como representación de los
Apeninos como baluarte de fuerza y poder de la naturaleza.
La escultura central del coloso le fue encargada al artista flamenco y estudioso del mundo clásico Jean Baulogne popularmente conocido como Giambologna quien la concluyó en 1579 y fue el escenario para la celebración de su posterior boda. La escultura mide diez metros de altura. Fue tallada en una elevación rocosa frente a un estanque rodeado de jardines. La monumental escultura representa a un dios que parece emerger de las entrañas de Gaia y aplasta con furia con su brazo izquierdo la cabeza de un monstruo de cuya boca mana el agua a modo de fuente. Unos largos y retorcidos cabellos caen a modo de estalactitas sobre unos hombros cuya latente musculatura tensa el cuerpo del impactante coloso que maneja la escena demostrando su absoluto poder, pero con cierta pose de calma tensa. El coloso domina el paisaje y se mimetiza con él, y el solo reflejo de su porte en las aguas del estanque es motivo de asombro. Pero esta impactante escultura esconde secretos. El interior de su cuerpo es un enjambre de galerías y estancias que bien podrían usarse de vivienda. Por su parte posterior se acede a galerías que, en la época de esplendor de los jardines, hacían las delicias de los visitantes, ya que era un verdadero alarde de ingeniería y pasatiempo. En su recorrido, se podían apreciar numerosas esculturas y obras de arte sobre paredes cubiertas de conchas marinas.
Foto elpoderdelarte1.blogspot.com
El agua manaba de cisternas y
fuentes y varios autómatas, mediante diversos mecanismos, salpicaban agua y propinaban
más que un susto a los encantados visitantes. En una de las axilas del coloso
se abre una estancia que da acceso a la cabeza, en la cual, según parece, se
alimentaban hogueras para que de la nariz del dios saliera humo. Debió ser un
auténtico privilegio disfrutar de tan misterioso paseo por estos jardines.
Estos
jardines de la toscana italiana que apenas distan 15 kilómetros de Florencia,
fue lugar de encuentro de ilustres artistas como el florentino Francesco de
Veri, el pintor flamenco Giusto Utens o el filósofo Michael de Montaigne. La
villa sintió que la época de lujo y esplendor se marchó, y sus jardines y el
fabuloso coloso cayeron en el olvido, y numerosas esculturas acabaron en otros
jardines como el de Boboli hasta que el duque Fernando III se enamoró del lugar
y revitalizó, para posteriormente ser comprada en 1872 por Paolo Demidoff, de
quien toma el nombre en la actualidad. Actualmente el lugar pertenece al
ayuntamiento de Florencia y es visitable de abril a octubre. La Villa y
Jardines Medici en Toscana están incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad
de la UNESCO desde el año 2003.
Embellecer
lugares dejando que la mística de los sueños convierta rincones vacíos en
oníricos paisajes forma parte del ser humano, inequívoca necesidad de dejar
constancia del arte innato de crear para a su vez regalar al espectador el
asombro y la fascinación. Muchos artistas lo intentan y realmente no todos
consiguen llenar esos espacios de creación con la llama del ingenio, pero
aquellos que nacieron con ese don innato que nadie sabe de dónde surge pero que
fluye con sabia destreza, son como antiguos chamanes que a través de sus obras
consiguen trasportarnos, en un instante, a lugares tan insospechados como
mágicos.
Apuntes y Datos:
Historia-Arte
https://historia-arte.com/obras/el-coloso-de-los-apeninos
Ok Diario
https://okdiario.com/curiosidades/5-curiosidades-sobre-coloso-apeninos-3269293
Italianamente
https://www.italianamente.es/coloso-de-los-apeninos/
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Qué notable! Dos veces estuve en Florencia y no sentí hablar de él. Una lástima. Me hubiera gustado verlo y recorrerlo. Tal vez la próxima! jeje Un abrazo
ResponderEliminarUna gran obra amigo para unos emblemáticos y maravillosos jardines de la toscana italiana, pasear por ellos y contemplar esa maravillosa escultura tiene que ser una verdadera gozada.
ResponderEliminarUn gran abrazo y como siempre Jorge, un espléndido artículo, gracias por compartir a nivel de detalles.
"Embellecer lugares dejando que..." es exactamente lo que hacés a cada entrada, amigo, embellecer y encender la sensibilidad de quienes nos desasnamos leyéndote. Apenas sabía de la existencia de El Coloso. Todo lo demás me aporta sobremanera. Un lujo realmente.
ResponderEliminar¡Cómo deseo que la humanidad vuelva a tener amantes de gobernantes con caprichos tales que le dejen arte a la posteridad en lugar de miserias, guerras, postergación, etcéteras... pero ese es ya otro tema.
Abrazo agradecido una vez más hasta allá.
Hola Jorge!
ResponderEliminarPasamos 8 días inolvidables en Florencia y como otras muchas cosas nos quedo sin visitar, a decir verdad no sabia de su existencia, esa ciudad merece otra visita. Eso de las galerías tiene que ser de lo mas intrigante.
Saludos!
¿Cómo no echarte en falta? Seguro que todos los que te conocemos añoraríamos estos viajes mágicos a los que nos tenías acostumbrados sin necesidad de movernos de casa.
ResponderEliminarHe estado en Florencia, pero nunca he oído nada relacionado con ese gran coloso de piedra, ¡Y pensar que lo tenía tan cerca...!
No quiero pasar por alto el genio creativo del escultor Giambologna, como por arte de magia ha logrado esculpir en piedra un coloso que se funde con la naturaleza y es el guardián del estanque y jardines de la Villa de Pratolino, en su mente seguro que tenía el pico más alto de la cordillera de los apeninos: El Corno Grande.
Aunque no estoy pasando por un buen momento, sigo bien y, poco a poco, iré incorporándome de nuevo con mis epístolas a mi madre, mis recetas y demás.
Me alegro muchísimo de tu vuelta.
Cariños.
Kasioles
Hola Jorge, me alegro mucho de disfrutar de nuevo con tus maravillosas entradas, últimamente ando algo perdida, perdona no haber venido antes.
ResponderEliminarEs impresionante este Coloso que aquí nos muestras y que no había oído hablar de el, debió ser una gozada en su tiempo recorrer esas galerías he ir descubriendo esas sorpresas como antaño lo hacían sus visitantes, tuvo que ser un jardín muy bonito y el Coloso una maravilla con esas estalactitas por el rostro, cabello y cuerpo, gracias por compartirlo con nosotros.
besos.
Hola, Jorge. Me alegro mucho de que haya retomado tus publicaciones, ya que se te echaba de menos.
ResponderEliminarY como siempre vuelves a sorprenderme con este espectacular Coloso del que no tenía ni idea, e incluso mi hija que ha estado dos veces allí tampoco sabía nada de el.
Valoro mucho tu trabajo por tu narrativa y porque siempre vas un poco más allá de lo que todo el mundo puede conocer, y que hoy lo haces mostrando y explicando su interior y sus entresijos, que como tu bien dices debió de ser una gozada para los que lo vieron funcionando en su estado primitivo.
Pasaré en unos días para leer tus dos entradas que me he perdido, con más tiempo, para poder disfrutar de ellas.
Un fuerte abrazo.
Esto es impresionante... Florencia, Florencia...tenía que ser Florencia
ResponderEliminarGran belleza reúne la ciudad. La muestra son tus bellas fotografías.
ResponderEliminarBesos.