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PINTURAS DE TASSILI

J.J.D.R.

Sobre la medianía del horizonte el sol busca su descanso bajo las arenas del desierto. Un dorado mar de arena se extiende por doquier y varias jaimas apostadas cerca de un río seco rompe la monotonía del paisaje. La noche hace acto de presencia. El frío emerge bajo el auspicio de las estrellas. Alrededor de una hoguera, como centinelas de un mundo perdido en los anales del tiempo, los tuaregs con sus turbantes azules y negros reciben la nocturnidad con la esperanza de ahuyentar a los temidos Djinn (espíritus) que suelen pulular cerca de Tassili n´Ajjer, que en berebere significa meseta entre dos ríos.



DESIERTO DE TASSILI Foto www.serturista.com

El desierto del Sahara fue un día páramo fértil y lleno de vida. Bajo sus mortíferas arenas, entre los 300 y los 1200 metros de profundidad, se encuentra el conocido como mar de Albienne, el mayor lago del mundo subterráneo.
Tanto en el periodo paleolítico superior como en época neolítica, bajo la protección de un macizo montañoso que recorre las fronteras de Argelia y Libia, los seres humanos hollaron cavernas donde vivieron en grandes grupos…
En sus paredes dejaron plasmados sus miedos, sus sueños, una precisa antología de visiones chamánicas y un precioso catálogo antropológico que narra cuales fueron sus vivencias y cómo veían el mundo que les rodeaba.
Avestruces, elefantes, jirafas e hipopótamos perseguidos por las lanzas de los guerreros en auténticas batidas de caza, fueron pintados con gran detalle en un alarde de arte rupestre de incalculable valor.


PINTURAS DE TASSILI Foto www.artehistoria.com

Un presente repleto de vida quedó grabado en las paredes de las grutas que utilizaron como refugio. Aquellos hombres y mujeres fueron testigos de cómo fauna y flora convergían en mutua armonía y les proporcionaba todo aquello que necesitaban.
Hoy día aquel que fue un apacible e idílico rincón del planeta es un paraje yermo y estéril tan sólo transitado de tarde en tarde por las caravanas guiadas por los nómadas viajeros. Pero en las cavernas del Tassili nÁjjer la esencia del misterio y un enigma aún hoy día sin descifrar quedó grabado y oculto tras milenios de oscuridad en las paredes de estas grutas del desierto argelino.


Foto www.arqueotour.com

En el año 1934 el teniente Brenans de las tropas francesas que ocupaban suelo argelino descubrió unas extrañas pinturas rupestres cerca del cauce del río Djerat.
Brenans comunicó el hallazgo de las extrañas formas dibujadas en las paredes de ciertas cuevas a Henri Lothe, gran conocedor del desierto y de las tribus nómadas.
Henri Lothe era un explorador incansable que con tan sólo 20 años se había adentrado en el mar de arena durante tres años y llegó a recorrer cerca de 80.000 kilómetros por sus áridas tierras. No había duda de que era el hombre apropiado para hacerse cargo de aquel descubrimiento. Su gran conocimiento de la tribu bereber y su trabajo de investigación fue reconocido por la Sorbona con un doctorado.


HENRY LOTHE Foto www.carlosmesa.com

Cuando Lothe acudió a ver las extrañas pinturas señaladas por Brenans se quedó maravillado ante lo que sus ojos observaron y, desde aquel preciso instante, seguro supo que pasaría gran parte de su vida entre aquellas enigmáticas paredes oscuras.
Por doquier aparecían seres de extraña fisonomía muy diferentes a otras imágenes de hombres y mujeres comunes. Algunos de estos enigmáticos seres sobrevolaban la cueva mirando desde su posición elevada al resto de figuras que alzaban cabeza y brazos al cielo como queriendo dar la bienvenida o despedir a los visitantes del cielo. Sus manos mostraban solamente cuatro dedos. Sus brazos y piernas eran largos y delgados, fácilmente distinguibles del resto de seres llamémoslos normales. Algunas pinturas rupestres mostraban a varios grupos de estos seres llevándose cogidas de la mano a varias mujeres hasta una casa de extraña forma que dibujaron como si centelleara o refulgiese emitiendo algún tipo de relámpagos o rayos. En algunas figuras de las cavernas se puede apreciar como visten lo que parece a todas luces un traje de una sola pieza o mono ajustado, en el que se puede apreciar como el artista que lo pintó, trató de detallar hasta los pliegues que se formaban en el cuerpo del individuo.




En otras paredes las figuras de los antiguos cazadores portando sus arcos y flechas miran hacia el cielo donde varios objetos parecen sobrevolarles y desde los cuales asoman las cabezas extrañas de estos seres.
Alrededor de las figuras, antílopes, elefantes, jirafas, hipopótamos y todo tipo de animales, pululan por las paredes en una gran manifestación de arte arcaico, místico y primitivo. Entre las figuras de las cuevas también hay dibujados raros grafismos a modo de mensajes -indescifrables hasta la fecha- e innumerables figuras antropomorfas de enigmática fisonomía.
Después del descubrimiento de las cuevas del Tassili n`ajjer en la meseta argelina de Jabbaren- nombre que significa “Gigantes” en lengua berebere- el explorador Henri Lothe se dedicó a catalogar y estudiar cada grafismo y dibujo grabado en las paredes de las cavernas, cesando en su ardua tarea solamente como consecuencia del estallido de la segunda guerra mundial. Tardaría varios años en reanudar su labor de investigación, pero cuando al final se puso en marcha la expedición, lo hizo con las garantías de acudir al desierto argelino junto a un grupo de profesionales en diferentes materias que le ayudarían a desvelar los misterios de aquellas extrañas figuras grabadas en la que se conoce como “la capilla Sixtina del arte rupestre”.




La expedición al Tassili se convirtió en una aventura con muchos peligros y dureza extrema para el equipo de Lothe. Pasaron hambre y sed, y las largas jornadas a lomo de camello medraba el ánimo de casi toda la expedición. Sólo cuando fue montado el definitivo campamento en la meseta de Jabbaren, junto a las cuevas, el ánimo recuperó las fuerzas del grupo y se pudo comenzar a elaborar las primeras hipótesis sobre aquel ingente trabajo artístico.
Las pinturas fueron datadas por los arqueólogos entre 10.000 y 15.000 años de antigüedad, realizadas en el periodo paleolítico superior y también del neolítico.
La catalogación de las pinturas se convirtió en una ardua tarea. Utilizaron calcos que adherían a las paredes para rescatar los dibujos allí recreados. En muchos sitios el trabajo se complicaba sobremanera, teniendo que adoptar posturas complicadas para lograr calcar los dibujos. Pero esta técnica de calcado, en la que se utilizaron esponjas y agua, resultó después fatal para muchas pinturas originales que se vieron irremediablemente deterioradas. Los calcos que fueron realizados por el equipo de Lothe se conservan en el museo del hombre de París.


GRAN DIOS MARCIANO

Uno de los momentos más extraordinarios para Henri Lothe fue el momento en el cual descubrió la enorme figura a la que bautizó como “el gran dios marciano”, un enigmático ser de unos seis metros de altura que parece vestir su cuerpo con un traje ajustado en el que se aprecian incluso las costuras, y cubre su cabeza con un casco en lo que a todas luces podemos comparar con la figura de un astronauta, si no fuera porque la pintura fue realizada hace unos 10.000 años.




¿Qué representan estos extraños seres pintados en las cuevas de Tassili? ¿Con qué motivo fueron realizadas y qué quisieron plasmar con ellas los antiguos moradores del desierto argelino? ¿A caso fueron estos seres, que parecen descender y ascender volando sobre el resto de hombres y mujeres, dioses a los que venerar y rendir algún tipo de culto o tributo?
Lo que sí sabemos actualmente sobre las pinturas de Tassili, es que en su conjunto representan la mayor biblioteca rupestre descubierta hasta la fecha con cerca de 15.000 pinturas catalogadas de unas 80.000 que se cree puede haber.
Y lo que tenemos que tener claro cuando las contemplamos, es que aquellos antiguos hombres o mujeres que pintaron estas extrañas pinturas, se afanaron en representar aquello que habían visto.




Para Pierre Colombel, director del departamento de prehistoria del museo del hombre de París y actual investigador de las pinturas rupestres de Tassili, su impresión sobre el tema es que ”Aquellos hombres de enorme estatura y cubiertos con monos y escafandras son divinidades y criaturas que para los antiguos habitantes del Sahara eran auténticos dioses”
Las cavernas de Tassili n`anjjer son sólo una pequeña porción de lo que se presupone fue una extensa región de pastos fértiles y valles repletos de rebaños salvajes, que estuvo plagado de cuevas que fueron utilizadas por los antiguos moradores del actual desierto del Sahara. Los expertos creen que el resto de cavernas habrían desaparecido derruidas por causas naturales.





El arqueólogo ruso Alexei Kazamtsev, después de investigar las cuevas en 1962, se pronunció al respecto sobre el significado de las pinturas diciendo;
“Es más que probable que extraterrestres hallan visitado la Tierra hace 10.000 años”
Los Tuareg suelen evitar las cavernas de Tassili. Para ellos el valle de los gigantes está plagado de Djinn o espíritus, dispuestos a tentarles con sus encantos y envenenar sus almas. Ellos prefieren seguir rutas conocidas que no transiten por estas montañas y pasar alejados de las hileras de cipreses del Sahara que crecen junto a sus laderas.


Foto www.akaoka.com

La meseta del Tassili argelino es patrimonio de la humanidad desde el año 1982, además de patrimonio arqueológico protegido. No son muchos los que se atreven a recorrer durante duras jornadas la distancia que hay hasta alcanzar las cavernas y sus pinturas.
Sólo aquellos aventureros expertos, enamorados de la historia antigua y en muchos casos del misterio, se encomiendan al espíritu del desierto y se adentran en sus territorios en busca de hallar explicación a uno de los misterios más bellos y extraños que aún están esperando una respuesta lógica que explique qué son y qué representan los enormes seres que fueron pintados sobre la roca antigua del desierto.




Sólo si se sigue con la investigación podrán ser desveladas tantas preguntas. Quizás algún día se consiga entender quienes fueron realmente estos seres representados por los antiguos habitantes de la meseta del Tassili. Seres de extrañas formas que caminaron por los senderos de las montañas de Jabbaren donde dejaron huellas imborrables, que ni el tiempo o el olvido del mundo han conseguido destruir.



Aportes y Datos:
Texto de mi anterior blog Centinela del Sendero






















Comentarios

  1. Muy interesante tu entrada mi querido amigo y es que parece mentida que desde tiempos remotos existan increibles pinturas que muestean facetas de la vida de unos seres que en algunas ocasiones parecen estar mas adelantados a sus tiempos.
    Besos

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