- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
ENTRADA RECIENTE
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
J.J.D.R.
El sol
comienza a precipitarse sobre la línea del horizonte y un lienzo de matices
anaranjados y ocres lo cubre todo ante mis ojos. A mi izquierda, observo la
extensa muralla medieval y sus emblemáticas torres defensivas, en donde posando
en divertidas posturas, una pareja disfruta tomándose fotografías. Un poco más
alejado y a mano derecha el cielo comienza a oscurecerse sobre la Catedral del
Salvador y el Alcázar, y yo, desde lo alto de una parda y rocosa loma y sentado
frente a siglos de historia, me dejo seducir por los colores que dibuja el
ocaso sobre las empinadas y adoquinadas calles de Albarracín, uno de los
pueblos más bellos de España.
Albarracín Foto escapadarural.com |
Foto J.J.D.R. |
Albarracín está ubicada a 1171 metros de altitud al suroeste de la provincia de Teruel en tierras aragonesas. En las proximidades de su actual ubicación se levantaba la villa romana de Lobetum a la que los árabes (1012-1069) renombraron como Alcartam al fundar en ella la familia bereber Al- Banu- Razin, -pertenecientes a la tribu Hawwara-, una pequeña taifa tras la conquista de Tariq y su posterior establecimiento en Córdoba que pasaría a llamarse más tarde Abun Razin de donde se cree procede el nombre actual de Albarracín.
Foto J.J.D.R. |
No deseo extenderme en la dilatada
historia de este hermoso pueblo, que por fascinante y amplia, bien merecería no
uno sino cien artículos, pero sí quisiera mencionar la presencia de una figura
mítica a la par que misteriosa de nuestra historia y que desde mi infancia
atrajo mi atención. Se trata del paso por estas tierras de Rodrigo Díaz de
Vivar, el icónico Cid Campeador, quien en el 1090 conquistó esta plaza,
obteniendo el tributo y la incorporación de las huestes bereberes a las del
campeador necesarias para el asedio que llevó a cabo sobre la ciudad de
Valencia en 1094. Ni la palabra ni los hechos fueron los establecidos en la
conquista de Albarracín por parte de los vencidos, puesto que el Campeador no
se vio asistido por las huestes bereberes en el asedio de Valencia, cobrándose
posterior venganza por tan alta traición derrotando definitivamente a los
almorávides en la batalla de Quart, en las proximidades de Valencia el 21 de
octubre 1094.
Foto J.J.D.R. |
Albarracín
tiene consideración de Monumento Nacional desde 1961 y se mantiene desde hace
años como candidata a ser elegida Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tan
sólo es necesario darse un paseo por sus calles para ser conscientes de la
belleza de tan extraordinario emplazamiento. Eso sí, para conocerlo en
profundidad es necesario concienciarse de que se hará ejercicio, y es necesario
ir provisto de ropa cómoda y buen calzado que ayudarán en la ascensión de las
infinitas cuestas y desniveles que tendrás que recorrer hasta alcanzar la zona
más elevada del pueblo. Pero, como todo esfuerzo suele tener recompensa,
acceder a las vistas que Albarracín nos regala desde sus miradores bien merece una
larga caminata. En todo momento destaca por su colorido y fuerza paisajística
la característica piedra roja rodeno que está presente en cada esquina y cuyo característico
color es producto de la oxidación del cuarzo rojizo de la que está compuesta.
Foto J.J.D.R. |
El pueblo
creció en la falda de una montaña. Allí amanece, allí duerme, y es todo un
espectáculo buscar un lugar apartado para rendirse ante los muchos matices de
luces y colores que la piedra regurgita en reflejos centelleantes. Aquí la
piedra, la roja roca, es la piel del pueblo, y en ella se derraman los
destellos del sol a su antojo. Al atardecer, cuando ya el astro rey se oculta y
las luces de las viviendas comienzan a salpicar las calles y plazas, Albarracín
se convierte en un candil de luz que ilumina la sierra y en su infinito y
celeste tejado acuna un infinito océano de estrellas.
Foto J.J.D.R. |
Caminar por sus calles es atravesar un túnel temporal que nos lleva de inmediato al medievo, donde es imposible no sorprenderse ante los balcones esquineros de muchas viviendas que aparecen tras doblar cualquier estrecha callejuela o al atravesar uno de los muchos arcos o puentes que nos vamos encontrando en el camino o ante la singularidad de la casa de Julianeta ubicada en el portal de Molina y cuya estructura es todo un desafío de la perspectiva y un ejemplo de aprovechamiento del espacio. Su plaza mayor es lugar de tránsito obligado. Construida sobre un foso natural de la propia muralla allá por el siglo XI, fue rellenado por los musulmanes tras las actuaciones de ampliación de la ciudad. Recomendable es pararse un buen rato en el mirador construido en 1957.
Foto J.J.D.R. |
Desde este emblemático lugar es posible disfrutar de una de las vistas panorámicas más espectaculares de Albarracín. A la izquierda se puede ver gran parte de la muralla defensiva y de fondo la iglesia de Santa María. Todo ello, desde una altura que nos permite observar el discurrir del cauce del río Guadalaviar y su paseo fluvial. En el centro del pueblo destaca la catedral del Salvador de Albarracín del s. XII levanta sobre una primigenia aljama.
Foto J.J.D.R. |
La iglesia de
Santiago data de 1600 y es obra de Alonso de Barrio Dajo y vinculada a la orden
de Santiago. El alcázar de Albarracín sigue siendo lugar de prospección
arqueológica y, gracias a las restauraciones realizadas, hoy es posible la visita
a este recinto que fue alcázar andalusí. Mención merecen las torres del andador
del s. X y XI y su homóloga torre de doña Blanca que destacan en la columna
arquitectónica de la muralla defensiva que antaño rodeaba la totalidad de este
pueblo turolense, muralla que se comenzó a edificar en época musulmana
alrededor del 965.
Foto J.J.D.R. |
El agua
forma parte indiscutible en este magnífico entorno paisajístico donde tres ríos
nacen entre las fronteras naturales de los montes Universales y la serranía de
Albarracín. El río Guadalaviar, que a su paso por Teruel se convierte en el
Turia junto al río Cabriel afluente del Júcar, nacieron aquí, en estas tierras,
como lo hace el río Tajo, el más largo de los ríos ibéricos, que desde su
nacimiento recorrerá 1008 kilómetros antes de desembocar en la vertiente
atlántica, en brazos de la bella Lisboa. El agua dibuja y esculpe hermosos
escenarios a su antojo sin detenerse ante nada. La fuerza de las torrenteras crea
barrancos, cascadas y continúa rasgando arena y piedra en un trabajo tan
agotador como infinito, humedeciendo paisajes vivos y en continuo cambio, como
se puede contemplar en las Hoces de Calomarde, Barranco de la Hoz, Cascada
Molino de San Pedro o los Estrechos del Ebrón entre las localidades de Tormón y
el Cuervo.
Foto J.J.D.R. |
El agua está
tan presente en este pueblo serrano turolense como la piedra roja que conforma
su piel, como los pinos rodenos que más allá de las murallas defensivas,
formaron hace milenios un ecosistema único. Sierra, agua, buena gente e
historia hacen de Albarracín una ruta imprescindible para aquellos dispuestos a
dejarse impactar por su belleza.
Aportes y Datos:
Albarracín
https://www.albarracin.es/
Turismo de Aragón
https://www.turismodearagon.com/ficha/albarracin/
Albarracín Turismo
https://albarracinturismo.com/
Turismo de la sierra de Albarracín
https://www.turismoruralsierradealbarracin.com/
ALABARRACÍN
ARQUEOLOGÍA
ARQUITECTURA
HISTORIA
NATURALEZA
PAISAJES
PIEL DE TORO MÁGICA
PUEBLOS DEL MUNDO
RUTAS MÁGICAS
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Qué hermoso lugar para ser recorrido! Muy pintoresco. Un abrazo Jorge. Siempre es grato visitarte
ResponderEliminarAsí es. Pasear por sus calles es una gozada. Disfrté mucho conociendo esta zona.
EliminarUn abrazo.
Una pintura tu pormenorizada descriptiva escritura con la que me desasnás una vez más e invitás a pensar en conocer tamaño patrimonio de la humanidad, más allá de la inadmisible demora de UNESCO.
ResponderEliminarMe queda claro que Albarracín es uno de esos lugares donde aún vive buena parte de la historia nuestra que ha llegado hasta aquí sin que el depredador progreso la vacíe de magia y secretos...
Abrazo siempre agradecido, inspirador amigo.
Eres muy amable con tu comentario. Albarracin rezuma historia en cada piedra de sus calles.
EliminarUn abrazo.
Hace años estuve allí, subiendo y bajando cuestas. Me hizo mucha ilusión conocerlo. Ahora lo vuelvo de nuevo a visitar, por medio de la belleza de tus fotos.
ResponderEliminarBesos.
Las cuestas son tremendas, te pone las piernas en forma en dos minutos...
EliminarGracias por tu amable comentario. Un abrazo.
A veces me parece que el sultanato de los omeyas, o de los que corresponda, eran gente que le darían clase de ética a los fundamentalistas de la actualidad. Lo digo porque en esas ciudades convivían la mesquita con la sinagoga y la iglesia. Esto es impensable, por ejemplo en el actual Irán o el mismo Katar
ResponderEliminarQué razón tienes amigo, imagina cómo sería si se entendiesen como en la gean y fascinante Toledo cuba de las tres culturas.
EliminarUn abrazo.
Hola Jorge!
ResponderEliminarA veces no reparamos en lo que tenemos cerca, se agradece la entrada. No he tenido el placer de pasar por allí pero desde luego me has despertado el interés.
Un abrazo!
Pues de veras que te lo recomiendo. No sólo Albarracin, sino toda la región, qie ez una zona repleta de lugares hermosos.
EliminarUn abrazo.
Te agradezco muchísimo, esta generosa aportación made in spain, que es un auténtico viaje al pasado, y que nos permite observar las semillas de lo que somos; y, que si no fuera por ti jamás vería, no solo por mi edad sino también por la altura, y pendientes, que me dan problemas respiratorios.
ResponderEliminarDicho esto, felicidades, amigo, y me alegro mucho del éxito de tu blog, porque es bueno que en este país, por fin aprendamos a valorar la excelencia.
Un fuerte abrazo, Jorge.
Para poder ver la localidad en toda su plenitud, es cierto que hay que subir empinadas cuestas, y se hace difícil, después merece la pena disfrutar de las vistas y se comprende bien su emplazamiento y defensas amuralladas.
EliminarEres muy amable con tus palabras, seguro no soy merecedor de tanto elogio, aún así lo tomo con mucha estimación. Un abrazo amigo.
Es un lindo lugar parece salido de un cuento de hadas. Te mando un beso.
ResponderEliminarEn España, por fortuna y aunque muchos son los que tratan de menospreciar nuestro país, contamos con un sin fin de lugares que para mí desprenden magia, y Albarracín es uno de ellos.
EliminarUn abrazo estimada amiga.
Muy bonitas imágenes de este bello pueblo... Saludos
ResponderEliminarEs un pueblo, y toda la región, de gran encanto.
EliminarGracias por tus palabras, viniendo de una experta fotógrafa como tú es un gran cumplido.
Un abrazo.
Un maravilloso pueblo que desde luego merece ser parte de la humanidad, las imágenes muestran su grandeza y belleza, vivir en el y poder disfrutarlo es un verdadero lujo que envidio, te felicito por la exposición extraordinaria con la que nos lo presentas ¡grandioso!,
ResponderEliminarGracias Jorge
Un abrazo
Donato hace tiempo que no visito blog y la verdad es que me gustaria tener más tiempo para ello. Me encantan tus reportajes. Un abrazo.
ResponderEliminar