J.J.D.R.
Aquel día, una vez más, se sumergía para
buscar nuevas ubicaciones que ofrecer a los clientes de su agencia de viajes.
Decenas de veces había encontrado corrientes muy próximas a la costa que
atravesaban grutas o pequeños
acantilados que eran senderos submarinos en donde el enorme tiburón ballena o
su pariente el tiburón martillo usaban en sus rutas en busca de alimento,
convirtiendo estos itinerarios en un efectivo reclamo para los apasionados de la
fotografía subacuática. Sin duda aquel pedazo de tierra y mar era un lugar
especial y Gaia se había mostrado generosa con aquellas costas asiáticas engalanándolas
de rincones únicos para el buceo y la práctica de numerosos deportes acuáticos.
Muy despacio descendió unos cuantos metros más. Aún podía ver las centellas del
sol difuminarse sobre su cabeza y lentamente se encaminó hacia el oscuro abismo
hasta que el silencio y la soledad tejió
a su alrededor una espesa red que atrapó su cuerpo dejándolo a merced de la
fuerte corriente y de un hondo silencio. De pronto un escalofrío sacudió su
cuerpo bajo el traje de neopreno al descubrir frente a él una enorme estructura
de grandes muros de piedra. La estructura, un enorme monolito de piedra, era de
dimensiones extraordinarias y se podía ver a simple vista esquinas pulidas y
escalones oscuros que ascendían por una de sus caras. Al instante fue
consciente de que aquella extraña estructura que ahora iluminaba con su potente
foco y que mostraba un perfecto alineamiento entre sus terrazas y muros, podía
cambiar parte de la historia conocida y sería asunto de acalorado debate en los
próximos años.
 |
Estructura Yonaguni Foto eltiempo.com |
El hallazgo en el año 1985 realizado
por Kihachiro Aratake, director de la Asociación de Turismo Yonaguni Cho, no
tardó en aparecer en numerosos medios de comunicación. Como él mismo intuyó al
toparse de frente con aquella enorme estructura de piedra en su inmersión junto
a la costa de la isla Yonaguni, - perteneciente al archipiélago RyuKyu al sur
de Japón-, las secuencias fotográficas y su difusión alteraron de inmediato el
panorama científico. De ser cierto y corroborarse las noticias que llegaban
atropelladas tras la confusión inicial, aquello era un gran bombazo mediático.
A priori, las instantáneas mostraban un enorme complejo de manufactura humana
que se hallaba sumergido desde su base a unos 25 metros de profundidad pero
cuya cúspide piramidal se podía apreciar a tan sólo 5 metros de la superficie.
De ser cierto, de comprobarse que el complejo arqueológico era de manufactura
humana, sería necesario realizar una revisión a fondo y considerar de inmediato
la reconstrucción total o parcial de la cronología histórica y oficial de la
región asiática y por ende del mundo.
 |
Mapa isla de Yonaguni Foto esascosas.com |
A todas luces, y tras varias inmersiones
en las que se llevaron a cabo las primeras mediciones y se realizaron numerosos
vídeos y se tomaron fotografías; todo indicaba que lo que parecía una enorme
pirámide sumergida, llevaba allí el tiempo suficiente como para tener que
reescribir parte de la historia conocida. Y como ya sabemos, no es plato de
buen gusto para los científicos ortodoxos admitir que tal vez se equivocaron en
sus cálculos y estudios y una humanidad mucho más antigua y compleja que la
establecida hasta la fecha existió en diferentes lugares de la tierra, capaces
de edificar gigantescos complejos arquitectónicos que tiempo después fueron
abandonadas, como el caso de Gobekli Tepe en Sanliurfa (Turquía) que terminó
sepultado bajo tierra, o sumergidas bajo el mar muy probablemente debido a algún
evento natural y extremo de consecuencias terribles como es más que probable en
el caso de Yonaguni.
 |
Foto prunellblog.com |
La enorme estructura piramidal tiene
una longitud de 50 metros y otros 20 de anchura. Se puede apreciar con claridad
como paredes, vértices, aristas, ángulos y escalinatas, mantienen una
alineación perfectamente estructurada, y ciertamente todo parece indicar que se
trata de una construcción realizada por el ser humano. Su simple existencia es
un gran enigma, un acertijo hasta ahora sin solución. Se ha establecido una
antigüedad de alrededor de 10.000 años. Fecha que otorga a esta edificación más
antigüedad que las más antiguas edificaciones halladas en Mesopotamia y también
más longevas que las pirámides egipcias. De nuevo aparece la enigmática cifra de
los 10.000 años. Una y otra vez, junto a los senderos que nos lleva tras la
búsqueda de curiosidades de nuestro mundo, esta cifra se define como la
insospechada base de un cambio sustancial en nuestro universo sapiens, como el
hilo conductor hacia un saber que no alcanzamos a descifrar y, una y otra vez,
es un marcador que parece indicarnos que algo extraordinario sucedió en nuestro
mundo y posiblemente cambió el designio de nuestra especie y por ende de
nuestra historia conocida. Esta reflexión particular daría para un texto
demasiado largo. Volvamos pues a Yonaguni.
 |
Foto japonpedia.com |
Para Robert Schoch, investigador de la
Universidad de Boston, la formación del monolito submarino es totalmente
natural, habiéndose creado por la acción directa de las erupciones en una zona
estrechamente ligada a estos fenómenos y cuyos movimientos sísmicos tienden a
fracturar las rocas de manera regular provocando estas simetrías y líneas
perfectamente regladas. Por todos es sabido y asumido que Gaia es un complejo y
maravilloso cajón de sastre capaz de dibujar y recrear paisajes oníricos e
inimaginables. Pero bajo mi humilde opinión, que no es más que la de un profano
en materias geológicas, es presuponer mucho que lo que hay bajo las aguas de
las costas de Yonaguni, sea el producto de la acción única y exclusiva de la
propia naturaleza. ¿Y si fuera producto de ambas acciones? Este otro
planteamiento es el que esgrime Masaaki Kimura, sismólogo y geólogo marino,
profesor emérito de la Universidad Ryukyus de Okinawa (Japón), que lleva más de
dos décadas estudiando la enigmática estructura de Yonaguni. En su teoría,
defiende que la formación en su origen pudo crearse de manera natural en
superficie, siendo moldeada y perfilada por la mano del hombre para su
utilización. Con qué propósito y qué función desempeñaba es otro misterio. Una
de las premisas que tratan de dar verisimilitud a su teoría es la aparición en
la parte central de la escalinata de la estructura de una enorme grieta que
habría servido como entrada al interior del recinto. La roca que conforma la
grieta es una piedra calcárea no natural de esa región de Japón. Dadas las
condiciones de la zona, que en época muy antigua fue un enorme glaciar
–hablamos del final de la última glaciación, final de la edad del hielo- defiende
la idea que pudiera tratarse de una edificación cuya funcionalidad fuese la de
gran aljibe de agua pues se han encontrado dos grandes orificios de dos metros
de profundidad en el centro del monumento. Para Kimura, Yonaguni es una pieza
fundamental para tratar de reorganizar nuestra visión e interpretación de
nuestro pasado más antiguo.
 |
Foto mailxmail.com |
El 4 de mayo de 1998 un terremoto
submarino barrió por completo la zona dejando innumerables daños en la
estructura y sacando a la luz nuevas estructuras antes ocultas, como Zigurats
similares a los mesopotámicos, pero que serían mucho más antiguos. Es muy
importante señalar que hasta la fecha no se han hallado herramientas ni en las
proximidades hay canteras de donde se pudieran haber surtido para su
construcción. En últimos estudios, se han podido identificar numerosos agujeros
en la parte más superficial de la estructura, que se creen podrían haber tenido
como función el soporte de pilares de madera en tejados y techumbres.
Actualmente se han contabilizado un total de 10 estructuras en la región de
Yonaguni y otras 5 similares en la de Okinawa.
 |
Foto bbc.com |
Para el polifacético Diego Cortijo,
escritor, reportero, fotógrafo y relevante investigador de la Sociedad
Geográfica Española, todo un auténtico Indiana Jones moderno, Yonaguni es una
pieza clave y fundamental para iluminar una etapa de nuestra historia en la que
posiblemente un enorme cataclismo global ocultó la huella de antiguas
civilizaciones de las cuales tan solo nos ha sido legado el recuerdo diluido en
leyendas y mitos en casi todas la culturas y lugares de nuestro globo
terráqueo.
 |
Isla de Yonaguni Foto semana.com |
Kimura lo tiene claro. Y así se lo trasmite en su entrevista a Diego
Cortijo al señalar que son evidentes los hallazgos de manufactura humana en los
restos arqueológicos así como el trazo de la utilización de herramientas,
aunque, como ya dijimos anteriormente, por el momento no se ha hallado resto
alguno de las mismas. Parece evidente que este complejo sumergido no es
producto de un capricho natural y la identificación de terrazas y escalones
perfectamente tallados en todo el recinto sumergido así lo atestigua. Algo
sucedió en este lugar hace mucho tiempo. Y ése algo fue de dimensiones
apocalípticas, que hizo que todas estas edificaciones que por aquel entonces
reposaban en la superficie, terminaran sumergidas bajo el mar. Además, anota el investigador nipón, en 1771 un
enorme Tsunami asoló las costas japonesas con olas de hasta 40 metros de
altura. Cierto es que bien pudo ocurrir algo similar milenios antes.
 |
El investigador Diego Cortijo Foto diegocortijo.com |
Al oeste de la isla un hito identifica
la zona como la más occidental de Japón. En su superficie, caballos de apenas
un metro de estatura, los Yonaguni Uma, recorren salvajes los páramos del
archipiélago de RyuKyu mientras la mariposa Atlas, la más grande del mundo, se
mimetiza entre las copas de los árboles y engaña a sus posibles depredadores
con su peculiar dibujo grabado en la terminación de sus alas que se asemeja a
la cabeza de una serpiente. Yonaguni es una isla llena de curiosidades. Ya sea
en superficie o bajo sus aguas, sin lugar a dudas es una isla repleta de
curiosidades y un enigma submarino oculto durante siglos. Míticos relatos
cuentan cómo el ser humano estuvo al filo de su desaparición. Narran la
existencia de civilizaciones complejas y como desaparecieron tras un trágico
evento natural. Es de desear que los restos submarinos hallados en Yonaguni,
alumbren tanta luz como están aportando los hallazgos recientes en Gobekli Tepe,
y logremos escribir esas líneas histórico temporales cuya ausencia es todo un
misterio para el entendimiento de nuestro pasado más remoto y una laguna en la
memoria colectiva de nuestra especie.
Aportes y Datos:
Red Historia
https://redhistoria.com/las-ruinas-yonaguni-misterio-la-historia/
BBC
https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-57300178
Japonpedia
https://japonpedia.com/ruinas-yonaguni/
El Confidencial
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-03-16/yonaguni-estructuras-japon-ciudad-sumergida_2991840/
Diego Cortijo
https://www.diegocortijo.com/post/2014/03/21/expedici%C3%B3n-yonaguni