J.J.D.R.
Amanecen los campos engalanados en la
Alcarria. Se han vestido de color, de matices y aromas a lavanda y un festival
anual de belleza natural parido en la áspera llanura, crece salvaje adornando
la campiña con la espiga de la flor y el lomo rayado de la melífera abeja.
Alfombras de tonos púrpura se
extienden al templado viento del centro peninsular y, en hileras que conforman
montículos simétricamente alineados, las espigas y flores de lavanda adornan el
paisaje durante un breve espacio de tiempo al año, transformando anualmente paisajes
rurales en un espectáculo sensorial de salvaje belleza.
A unos 33 kilómetros de Guadalajara,
al sudoeste de la provincia homónima y en el margen izquierdo del río Henares
se levanta la localidad de Brihuega, conocida como el jardín de la Alcarria o
la Provenza española. El motivo de tales apelativos se debe a la belleza
resultante de la floración de los cultivos de lavanda durante la segunda y
tercera semana de julio. En esta época sus campos parecen vestidos con
guirnaldas de flores y el aromático perfume de la lavanda invade cultivos,
pedanías y alrededores de la comarca, ofreciendo al curioso y al inesperado
viajero la oportunidad de saciarse con el festival de aromas y color que el
espliego y la lavanda nos ofrece.
BRIHUEGA Foto lalunadelhenares.com
En los años 60 del siglo pasado se
dejó de cultivar la lavanda espliego. Según un rumor popular extendido en la
comarca, el regreso de la popular flor a los campos labriegos alcarreños vino
de la mano de un lugareño de la pedanía de Brihuega quien, tras haber pasado
tiempo trabajando en la vendimia en tierras francesas, regresó con esquejes de
lavanda cultivados en tierras galas y, tras hibridarlos con espliego local,
resultó una especie más resistente capaz de aguantar el árido clima invernal de
la alcarria. Hoy día el cultivo de lavanda es todo un acontecimiento de índole
económica, cultural y turística para la zona, habiéndose convertido en los
últimos años en un atractivo escenario para los amantes del paisajismo y la
fotografía en general.
Alrededor de los campos de espliego y
lavanda las vegas y llanos de Brihuega son humedecidos por el cauce del río
Tajuña. El subsuelo de la comarca está labrado por corrientes de manantiales de
agua que desde tiempos antiguos motivó la afamada concurrencia de los lugareños
a las fuentes y chorreras que por doquier aparecían y a las que se les atribuye
dotes sanadoras. El horizonte muestra un paisaje de contrastes, en donde los
bosques de robles y encinas se entremezclan con olivares y la brisa cargada con
el aroma del espliego y la lavanda se mezcla con los del tomillo, la salvia y
el romero.
Los cultivos de lavanda (angustifolia)
y lavanda espliego (lavándula latifolia) superan las 1000 hectáreas de terreno.
La floración se produce a finales de julio y la siega de los campos comienza a
primeros de agosto cuando la tonalidad de la flor ya se ha tornado color gris
ceniza. Hoy día los campos de Brihuega producen el diez por ciento mundial del
cultivo de lavanda. Los caminos adyacentes a los campos de cultivo se
convierten en aparcaderos de vehículos de los cuales descienden curiosos y
visitantes ávidos de hacerse la foto de rigor con el paisaje bucólico y hermoso
de la flor de la lavanda como fondo de pantalla. Cuidado hay que tener con las
abejas, las cuales son residentes necesarias y prioritarias en estas lides, de
cuyas alforjas se derrama la miel alcarreña, manjar entre las mieles ibéricas
por su aroma y sabor excepcional.
Gracias a la gran difusión de la
belleza de los campos de cultivo de lavanda, en Brihuega se celebra desde hace
años eventos y festivales cuyo objetivo es escenificar y dar a conocer las
virtudes de esta flor. De manera que su mercado, - donde miel, jabones,
ambientadores naturales y sales de baño realizados con este producto -, tienen
una gran acogida popular así como los festivales musicales realizados en las
tardes veraniegas o los numerosos talleres de fotografía, pintura é incluso los
viajes en globo que se pueden realizar en la zona son alicientes para que una
ruta por estos parajes alcarreños se convierta en una experiencia
sensitiva inolvidable.
Cuevas medievales Foto alpargatavieja.com
Aquel que pase por Brihuega además de
disfrutar de los paisajes campestres podrá sumergirse en la historia medieval
de esta localidad. Destaca la fuente de los doce caños - antiguo lavadero -, sus
más de 600 metros de cuevas subterráneas visitables con sus arcos
visigodos,(Brihuega es un pueblo totalmente horadado por calles y cuevas); su
fortaleza defensiva y alojamiento de descanso del reino de Taifa de Al Mamún y
su hija la princesa Elima, o el castillo de Piedra Bermeja llamado así por el
color de su piedra.
Castillo y cementerio Foto guiarepsol.com
En definitiva, la comarca alcarreña de
Brihuega y toda su pedanía, ofrece al visitante opciones de sobra para
disfrutar de la belleza de la naturaleza y sus oníricos paisajes, a la par que
disfrutar del aporte histórico que duerme entre sus senderos y bajo los
adoquines de sus calles.
Aportes y Datos:
Ayuntamiento de Brihuega
https://brihuega.es/
Turismo Brihuega
https://brihuega.es/
Guía Repsol
https://www.guiarepsol.com/es/viajar/vamos-de-excursion/escapada-brihuega-guadalajara/